domingo, 31 de julio de 2022

EGOCÉNTRICA

 El otro día mi hijo me llamó  egocéntrica, también me llama escritora a veces. Lo hace desde el cariño y lleva razón, tengo el ego de demasiado alimentado.

No pienses que mi ego come de cosas banales tales como la belleza, la apariencia y el éxito  económico y social,  me rapo la cabeza, mi físico a veces me espanta sobre todo por la mañana temprano, tengo el culo gordo, aparento mi edad, me pongo la ropa que le sobra a mis hijas y si por mí fuera vestiría de uniforme. 

Lo que me alimenta el ego, y así lo tengo, como mi culo de gordo, son los hechos sorprendentes que soy capaz de hacer, todo basado en hechos reales previamente imaginados en el plano metafísico.

¿Por qué soy capaz de hacer todos esas cosas sorprendentes?

Porque sencillamente no tengo opción B, soy más cabezona que un mulo blanco, si me equivoco disimulo o miento, mentir y disimular para poder decir que sigo siendo una bruja que triunfa en cualquiera de sus hechizos.

Que ha sido con el primer cartel que puse, juro, pero si no hubiera puesto mil quinientos. 

Llevo años maldiciendo mi casa, hay aquí textos que lo corroboran,  la odio cada día más, años queriendo salir de allí,  podría mentir diciendo que fue un impulso abandonarla, pero éste, mi blog, me dejaría en evidencia. 

Hoy, tal y como predije, una predicción no es más que algo que se dice antes de que ocurra, algunos llaman brujería yo sencillamente cabezonería,  vivo en una casa que adoro. 

Me encanta cada centímetro, cada rincón, sus puertas vintage y su gothale.

No es porque sea más bonita, mi casa tiene el ego alimentado de cosas que no se ven. 

Esta es mi casa, yo y mi ego lo hemos conseguido,

¡POR NO DECIR MI COÑO!


viernes, 8 de julio de 2022