martes, 15 de diciembre de 2020

LA INVASIÓN DE LOS ULTRACUERPOS

La Invasión de los Ultracuerpos, una película  1978, versión original de 1945 La Invasión de los Ladrones de cuerpos,  cada día es menos ficción. Si no la recuerdas o no habías ni nacido, búscala porque es maravillosa y el guionista un visionario. Una invasión alienígena llegaba a la tierra través de la atmósfera con una especie de organismos con forma de gota de agua que al caer reproduce  pequeños organismos vegetales que uniendo sus raíces al cuerpo humano que querían reproducir, tomaban la forma del humano y este se desinflaba, literalmente, no es que sean muy buenos los efectos especiales de la película.   

Este nuevo ser era exactamente igual al anterior por su aspecto exterior, pero no gozaba de sentimientos. Sus familiares y amigos pronto empezaban a sospechar que le pasaba algo, pero poco a poco, estos iban siendo reproducidos de manera que nadie quedaba que pudiera identificar la diferencia. 

Estos nuevos seres sin pensamiento propio actuaban de manera organizada y disciplinada. Esta nueva sociedad que nació en la película es la que estamos creando poco a poco actualmente.

Ahora no sé porque resuena en mi cabeza el Muro de Pink Floyd, supongo que porque todavía no soy una planta, puedo sentir.   

Esto nos está pasando, poco a poco nos está devorando el grupo, uno a uno. Los que nos resistimos somos los raros. 

 Yo seré la misma de siempre, ya llevo el cartel de loca desde niña, estoy acostumbrada.

 Ellos, los nuevos seres de la nueva normalidad, la nueva España, siguen aquí pero no son los que eran. Sonríen y hablan con amabilidad, pero son feos. Dan  miedo,  su mirada está vacía y en ocasiones olvidan fingir ser persona.

Tened cuidado, resistid no habléis con ellos, solo conversaciones de ascensor  para que no sospechen. No son de fiar, no merecen la pena, ya son plantas.

Con el paso del tiempo, la incomunicación y la falta de socialización, nos está convirtiendo en lo más parecido a una planta. Con la excusa del gran virus, ya no tenemos que ir ni a entierros ni nacimientos, ni bodas ni ningún acto social, qué será de la gente-planta cuando tenga que trabajar, hablar con otras personas. Se lo vamos a notar, como nos sigue el rollo, porque si algo tenemos los que todavía estamos humanizados es intuición.

Poco a poco se irá perdiendo el saludar, el escuchar y será una molestia que te hablen en persona. Se comentará en la familia el hecho de que un desconocido ha preguntado la hora.  La gente estará más cómoda como planta, porque como humano hay que preocuparse por los que están peor.

No, no, ¿hospitales? Ya no, ¡qué bien! Ya no hay que ir no a cumplir, porque a las plantas esto no les gusta compartir malos momentos. Una inversión de tiempo inútil, sin producir ningún beneficio personal, solo hay que plantearlo al grupo de plantas y todos verán como correcto lo de no ir al hospital. 

Después de esto habrá gente que cómoda con su nueva condición de planta, que no necesite sentir, ni dolor ni alegría, ni muchos menos penas compartidas que no son suyas.  Ahora bien, a esa persona vegetal le diré, que como buena planta, que ni siente ni padece, no espere de los demás ni agua.

martes, 8 de diciembre de 2020

YO ME CASO

 Es bien sencillo, quiero una relación animal en todos los sentidos.

Observa como es tu animal de compañía y busca a alguien que quiera eso contigo. Mi gato Blum es casi humano, pone su cabeza en la almohada y te pide que lo tapes. Moriarti es muy pesado, todo el tiempo quiere estar literalmente encima y si no lo consigue por completo, alarga los brazos y te abarca todas las tetitas, ideal si fuera un humano. Te mulle a barriga, te pega cabezazos en la cara, se coloca encima de to tu cuerpo y te mira a los ojos, así hasta que la muerte nos separe.

Es lo que quiero pero en humano. Mi gato se pierde, no está cuando le da la gana y hace su vida pero todos los días tengo su presencia física que me recuerda que me adora, que agradece que lo acompañe en esta vida que estará conmigo en la salud y en la enfermedad, para lo bueno y para lo malo, hasta que la muerte nos separe.

Yo siempre lo he dicho abiertamente, me gusta el matrimonio. No está bien visto decirlo, lo sé, pero siempre lo dije sin querer, así es mi lengua, más viva que nunca. 

Estar, cuidarse, aburrirse, ayudarse, tocarse el pelito, darse masajitos, follarse mutuamente, cocinarse o comerse crudo, eso es el matrimonio, lo que pasa es que la gente se odia y sigue casado y eso es lo que da mala fama. No cumplen sus votos, sobre todo en eso de prometo serte fiel, pero siguen ahí casados, dale que te pego con el odio, sin hacer nada de lo que prometieron en el altar.

Un matrimonio verdadero es lo que yo siempre he querido. Me hubiera quedado con el que tenía si no hubiera sido por los cuernazos y por la sarta de mentiras que había, pero fueron veintitrés años que acreditan cuales eran mis intenciones.

Yo busco marido, lo siento por los que no se quieran casar conmigo, ellos se lo pierden, pero nunca me escondí:

 -          Si no es contigo me casaré con otro - dijo aquella mujer.

El compromiso de amistad es uno, el que tienes con tus hijos otro, el que tienes con tus animales de por vida, porque ellos nunca te van a fallar, el que tienes con un amante está claro y el que tienes con un amor grande y verdadero ha de ser de por vida y para lo bueno, lo malo y hasta que la muerte nos separe.

Porque cuidar de un amor es cansado pero si es amor lo cuidarás con total devoción. Yo me lo paso bien en serio, cuando hay que cuidar se cuida y es lo que hay que hacer y debes sacar el máximo beneficio de esa experiencia. Tengo muy buenos recuerdos de momentos difíciles en hospitales. Para mí es parte de la vida.

También he acompañado en la muerte a mi padre y lo pasamos bien, él lo sabe. Cuando uno se va a morir te dejan hacer de todo, al menos los Barrancos así lo hicimos. El tenía una novia, heredera de su imperio, pero a la hora de la verdad se rajó, sencillamente porque no era su amor, no era su marido, era sencillamente el que le ayudaba a pasar el tiempo.

Y si nadie se quiere casar conmigo, juro que me caso con Dios. Las monjas de Santa Clara son la mar de divertidas, no digo na y lo digo to.

ECHA CUENTAS

 

Si todo es cuestión de echar cuentas tu  misma. Haz una T y pones arriba ¿soy buena o mala ? 

En un lado haz una lista de la gente que te ayudó en un momento de tu vida, a los que le debías algo y piensa si se lo devolviste o simplemente traicionaste.

Piensa, cuantas personas están en el debe de tu lista, no creas que es bueno tener a pocas, porque es señal de que no tuviste ayuda en los momentos que lo necesitaste.

Tengo un millón de personas a las que les debo mucho, desde mi madre a la que le debo la vida hasta mis hijos e hijos de hijos y cashijos a los que hoy en día les debo mi alegría y mi razón de vivir. 

Amigas y amigos de verdad, amantes agradecidos y un montón de simplemente conocidos. 

Amistades para  fotos en las redes sociales tenemos todos, pero amigos de los que te visitan en el hospital con un bocadillo, cerveza y plátano, menos. De los que te preguntan de verdad porque le interesa tu padecer y tus logros, de las que temes una llamada porque tienes horas y horas de cosas que contar… haz una lista, venga.

 ¿De esas cuantas tienes tú? 

Que no estén en nómina claro, esas no cuentan.

 En este momento me viene a la cabeza una persona, que fue buena conmigo en su día y eso no se puede cambiar. Una persona buena lo es y punto, otra cosa es que se rodee de malos que la hagan alejarse de todos y de todo. Fui a su boda,  a pesar de que los que conocían la situación no se lo explicaban, pero hasta el final no dejé que nadie dudara de mi devolución. Posteriormente, como suelo hacer cuando la deuda está saldada y la persona no me interesa, la maté. Yo simplemente devolví. Pero no todo el mundo estaba allí.

Una persona agradable como tú, no es buena, solo lo aparenta

Para ser buena hay que echar cuentas

Lo siguiente hacer la lista del haber, esas personas a las que ayudaste aunque actualmente no estén en tu vida, aunque no te hablen, aunque te den por muerta.

Esta es la lista verdaderamente difícil. Muchas de nosotras, las personas que acumulamos por vicio, nos sentimos en ocasiones como gilipollas y con razón. Yo no, he evolucionado o envejecido, soy consciente de que no lo hago por ellas, me reporta placer personal.  

-  ¡LO GOZO! - como dicen los Dixi King.

 Me siento muy orgullosa de tener una larga lista de asociaciones sobre todo de jóvenes en las que he participado haciendo cosas concretas y tangibles. Lamento los proyectos que dejé a medias y los que dejaré, porque sigo en la búsqueda de un nuevo lío que me haga feliz.

¿Y tú? ¿Desde cuando tu lucha por los demás? ¿Estabas ya en nómina?

Desde aquí mi pequeño consejo a los luchadores de retrataura, a los que salen guapos en todos los periódicos, los que se venden bien:

Echa cuentas y luego hablamos.

domingo, 6 de diciembre de 2020

TIEMPO MUERTO

 Mira, te voy a explicar como va la vida, por si no lo sabías o si no te has enterado todavía por tu mala cabeza o tu juventud. Esto es exactamente lo que estudiabas en naturales o cono, según edad: naces, creces, te reproduces o no y mueres.

Nada o casi nada de lo que te ocurre en la vida es responsabilidad tuya, seguro se le podría echar la culpa a alguien, pero si como lo asumas.

Mi nacimiento está marcado por la familia que me tocó y el lugar. Es bastante difícil que alguien que parte de cero se haga rico, más aún si es honrado y nace en un país pobre como el nuestro. Asume tu condición y busca la mejor vida que puedas tener tú y los tuyos.

Es complicado que naciendo princesa sientas la libertad, en tu mano está dejar todo eso cambiar de identidad y salir de esa vida, si no lo haces es porque no quieres, ahora bien, naciendo en un barrio obrero es imposible hacerte princesa.

Una vez conoces el abanico de posibilidades que te ofrece la vida, intenta jugar bien tus cartas y sé realista. No juegues a lotería, nunca te tocará. No intentes imitar a los que han triunfado, ellos no se lo esperaban cuando lo hicieron. No te frustres, vive.

Tumba cada día como si fuera el último, disfruta de cada minuto, ya sea comiendo pipas en el brasero o con una caña y una amiga. Piensa que todos esos momentos son los que te llevas.

¿Sabes eso que hacen los entrenadores en los partidos que ponen las manos en señal de T para parar el tiempo y hablar con los jugadores? eso es fundamental en la vida diaria.

Párate y piensa lo feliz  que eres con ese tiempo muerto, sé consciente de que puedes tenerlo y cuando no puedas no añores, recuerda y desea que vengan muchos tiempos muertos. Disfruta de los tiempos muertos como si no te fuera la vida en ello y no estés pensando en lo que tienes que hacer después.

Un tiempo muerto es para pensar y actuar.

Vivimos de una manera que al final, esperando este tiempo muerto te mueres, así es la vida. No piensas en lo que tienes que pensar, solo actúas según la vida te obligue y a máxima velocidad.

No por correr más llegarás más lejos. Si eres capaz de tomar minitiempos muertos a la velocidad de pensamiento, ya será la hostia.

Puede parecer que improviso en mi vida y que tengo buena suerte, pero no es verdad, no doy puntá sin hilo.

Un tiempo muerto si no haces nada después es un tiempo muerto y enterrado, pero si germina una acción contundente, más aún si es al día siguiente, bienvenido sea.

 Me encantan los tiempos muertos de horas y horas dedicados al sexo. O los tiempos muertos de tocar el pelito, o los de hablar de problemas y soluciones, o los tiempos muertos de caminar.