AGOTADA

Voy a tener que empezar a pensar que soy adivina. A veces hago cosas sin pensar, porque algo me dice que las haga, que no piden pan. Luego con el paso del tiempo, todas las piezas encajan como en un engranaje perfecto.

Me pasa construyendo. Pienso, esto aquí, así, de esta forma. Al rato, la siguiente pieza viene a colocarse sola.

En la vida cotidiana, ídem. Siento la necesidad de tener una cerda, porque si, para recordar mi infancia, para que la vivan mis niños. A su alrededor, las piezas se aprietan y fuerzan para que todo salga bien. Quizás mi proyecto de la granja en mi barco ya sería papel mojado si no es por ella. Tengo que conseguirlo, ahora no puedo rendirme.

Tengo que seguir cumpliendo planes, objetivos. Cuando miro atrás y veo todo lo que he hecho, me da vergüenza hasta contarlo. Si miro adelante tampoco cuento ni la mitad, porque si lo hago todos piensan que faroleo.

Mi granja es solo una pieza para cumplir otro proyecto más viejo. Recuperar la Piscifactoría de los cañones. GentedeGEEN es ahora otra pieza suelta, para cumplir los sueños de muchos artistas y los míos, claro.

No doy puntá sin hilo, pienso mucho y no envejezco. Poco a poco sale todo, me agoto, me duermo.

EL ANSIA DE SABER

Como me gustaría saber leer. De verdad que me gustaría. Tener la paciencia que se necesita, pero sobre todo, leer y entender al mismo tiempo. Me cuesta leer hasta lo que yo he escrito. No veo el momento para enfrentarme a esa dificultad, carencia o defecto de mí. Antes tengo que hacer un millón de cosas y si no, me las invento.

Ya está llegando al final mi trabajo en esta casa, pero acabo de comenzar El Barco. Y después del barco, la tierra de al lado. Pero créeme que me gustaría aventurarme en las cosas que les pasan a personajes que escriben otros que saben. No como yo, que solo suelto lo que me pasa por la mente y me quedo tan pancha.

Y aprender idiomas y muchas más cosas. ¡Cómo me gustaría aprender en general!

Que lástima de vieja, cuando ya lo aprenda todo, voy y me muero, como debe ser. 

HACIENDO MEJOR QUE DICIENDO

A ver, recapitulemos:

- ¿He perdido el tiempo? No.

-¿Qué pasa si no vuelvo a trabajar? Será por cuenta ajena claro porque, ¡la panzá que me estoy metiendo por mi cuenta!

- ¿He cometido errores? Claro.

-¿He hecho cosas que no han servido para nada? La mitad.

Solo tengo que ver, que la otra mitad son más cosas que las que han hecho muchos en toda su vida. Que los errores que son cientos pero los voy reconociendo y que al menos, no he perdido el tiempo.

Que mi lista de pendientes tiene ya muchas tachaduras, que no la paso ni a limpio por no perder el tiempo en tonterías. Que las cosas que están hechas, ya nadie hay que las deshaga. Y que si al final de todo esto, la vida me depara tristeza, yo me hago un saco con ella, la lleno de broza del campo y me acuesto en lo alto.

Da igual lo que seas, lo que estudiaras, cual fuera tu trabajo antes de esta crisis, la falta de ingresos nos unifica. Es importante en estas circunstancias adaptarse. Solo sobreviven los que no tienen pudor de cambiar, los que no solo están dispuestos a lo que sea sino que además son felices con eso.

Yo sería feliz de reponedora en una gran superficie, con mi mono azul y mi toro,  moviendo el culo provocando. Seguro que me lo pongo ceñido, que me gusta a mi ser la Lengua esté donde esté.

Y no es broma, yo soy más feliz haciendo que diciendo.

PASE LO QUE PASE

Pase lo que pase, lo importante es lo vivido. Nada es malo para mí. Las cosas más negativas que me han pasado, han dado los mejores frutos después. Estoy ahora mismo como las gallinas que esperan poner. Como el que espera una donación de órgano. Como el que se queda mirando su imagen en el espejo enajenándose tanto que parece que mira la imagen de otro.

Esperar no es para mí. Actuar mientras pasa el tiempo necesario para que se resuelvan las cosas si. Estoy actuando, no se cuanto tiempo tendré que hacerlo hasta que empiece a verlas venir.

Estoy mayor. Hace nada tenía treinta y ochop años, ahora cuarenta y dos. Estos años han sido los más intensos de mi vida. Creo que los que vienen superarán a éstos. No pienso dejar que me vuelva a invadir el miedo. Ya tengo paz, se que voy a poder con todo y además con más.

Mi cabeza piensa cosas que no puedo decir a mucha gente porque pensaría que se me ha ido la cabeza, que fanfarroneo, que faroleo.

Esperaré actuando que los hechos hablen por mí.

QUIETECICA

La gente no lo dice, pero piensa en todo momento que me voy a estrellar y lleva razón. Todos los días me estrello un montón de veces, no hago más que meter la pata. Me ricé el pelo, ahora lo tengo fatal. Me deshice de mi moto, me dieron una que no me gusta, ahora tengo otra que tampoco me gusta. He perdido la cartera. Se ha vuelto a caer la puerta que puse el otro día, con un premarco chapuza. Seguro que hacienda me pide un pastón. 

Voy corriendo de una solución a otra como una bola de metal de un futbolín. Seguro que me estrello, lo tengo casi claro esta mañana. No se hacer las cosas, solo se ser pobre.

¡Qué ansiedad! ¡Estamos todos parados!

No me refiero al desempleo, es todo, hasta la sangre del cuerpo.

CONSTRUIR

Como los pájaros hacen sus nidos,
 yo construyo.

Como Dios en su día hizo
con el barro el mundo,
yo construyo.

Es una necesidad,
una adicción completa
mente irracional.

Como los marranos escarban la tierra,
como un castor come madera.

Algunas de las cosas que he construido
al final ya no están,
pero la gran mayoría  está y estará,
permanecen mal hechas
pero siguen en pie.

Para mí construir
es hacer desde el principio
es nacer, es crecer y
 es reproducirme.

No me refiero solo a cosas
materiales, también
en grupos de gentes
he construido mucho
allí he dejado mi mundo.

Me entusiasma hacer desde cero,
subir hasta lo más alto
una cosa y dejarla allí.

Una vez ocurre eso,
suelo desaparecer
y si no me necesitan,
no vuelvo.

Yo podría ser feliz
solo haciendo esto,
 pero no podría sin hacerlo.

Podría sobrevivir trabajando
en cosas sinsentido,
que no sirven para nada,
que no permanecen,
pero no sería feliz.

No se que voy a hacer.

No se si me dará de comer,
pero soy feliz a pesar de todos
los pasares que han acontecido
en este último año
tan bonico.

No me falta nada,
 estoy tranquila,
tengo paz.

LA NUEVA LUCHA

Hay algunos a los que se les nota mucho,
los de querer vivir del sueldo
que le dan como políticos, vivir de eso.

Ya no se puede, ya no se debe
hemos de vivir de sudor nuestro
y luchar en el tiempo libre,
el que quede para el resto.

Es el momento de depurar
responsabilidades, a la manera
que me enseñaron ellos mismos,
los primeros luchadores:

¡Cortando cabezas!

Que abdiquen todos los reyes de este reino
y que vuelvan sus verdaderos dueños.

Es el momento de trabajar,
devolver lo que robaron
la confianza en los jóvenes
los hacedores.

Démosle lo que es suyo,
su maltrecho reino
y que sean ellos
los que nos devuelvan
la confianza que perdieron.

QUIERO SER ALGUIEN IMPORTANTE

Ya no quiero ser un cero a la izquierda. Soy un ser importante en la vida de mis hijos, de mis sobrinas, de mis amigos y vecinos. Ya soy importante en las asociaciones donde participo, donde milito. Nombre ya tengo, fama no quiero, solo quiero que me quieran, porque me lo deben.

Mi sobrina me dijo el otro día, que un amigo le dijo que después de conocerme entendía a quien había salido. Claro, eso es porque no ha visto a mi hermano, que si no ni te cuento. No nos parecemos en nada, ella es frágil, delgada, dulce y sensible. Yo una vaca-burra. Me hace ilusión que se crea eso de que de tal tita, tal astillita.

A pesar de todos los pesares que la vida me ofreció, yo los transformo y me los como con papas. Quiero ser un ejemplo para todos los locos del mundo, quiero que salgan las cosas mejor o peor, pero que salgan, que se materialicen, que se vuelva una y otra vez la tortilla de los inconvenientes.

Seguro que al final soy un ejemplo, pero el día que me muera, suele pasar para que la muerta no se lleve el gustazo.

MI ÉXITO

Los golpes de miedo se mezclan con la euforia en estos días. Todo va según lo previsto, pero mucho más lento. Esto va muy lento, a pesar de que he doblado el ritmo, el resto del mundo que interviene en mis proyectos gira muy lento. 

¿He dicho lento?

Miro atrás y pienso: 

- ¡Cuántos cambios en mi vida en estos últimos años, cuántas transformaciones en mi entorno, cuánto trabajo y cuántas recompensas!.

Yo podía haber elegido el camino fácil y ahora sería la señora de un respetable funcionario con sueldo fijo y estabilidad, alfombra roja en bancos y grandes almacenes.

Yo podía haber elegido el camino cómodo y seguir trabajando delante de una pantalla el resto de mi vida.

Yo podría haber valorado mis cargas, haber sido responsable y no una loca, pero entonces no sería yo. 

Los que me rodean han de asumir mis defectos y mis virtudes, mis ventajas y mis miles de millones de inconvenientes, mis improvisaciones, mis intuiciones, mis chapuzas y también mis golpes de suerte. 

Mi infatigable trabajo a veces para nada, mis aceleraciones, mis olvidos a posta, mis torpezas físicas y mentales…

Creo que serán muchos los años de trabajo duro que me esperan hasta conseguir el éxito. Hasta entonces sé que murmurarán las lenguas que dicen que fracasé. Serán muchas las voces que se alcen para decirme que me equivoqué, que ¿qué hago paseando proyectos? Que fui una irresponsable, que me lo merezco, que no valoraba la suerte que tenía, que… que… que… ¡tantos qués!

 ¿Para qué?

Si voy a seguir haciendo toda la vida lo que me de la gana, si no voy a llorar delante de nadie, si yo ya he alcanzado el éxito: trabajo mi tierra y construyo para mis hijos. 

Esperando que algún día vuelen alto y lejos, pero que si no lo hacen, tengan donde caerse muertos.

LVM