Otra noche que no puedo dormir. Estoy mal, no puedo olvidarle.
Sobre la cama, en posición fetal, lloro como un bebe. ¿Qué voy a
hacer?
Abro la mesilla buscando pañuelos y me encuentro su lubricante.
¡ A
buenas horas, ya no tienes nada que lubricar tú!
Tengo el frasco entre mis
manos, lo abro. Pongo un poco en la punta de mis dedos, lo huelo.
Recordando viejos
tiempos.
¡Qué bien nos lo pasábamos juntos, cuántas cosas, cuántas!
Recuerdo su pelo, recuerdo su piel, recuerdo sobre todo su
sonrisa, sus tonterías, sus bromas. Recuerdo el cariño con que trataba a
todo el mundo. A todo el mundo no, a todos menos a mí. A mí no, conmigo, era
diferente. Estaba ya establecido que me quería, no tenía que demostrarlo.
No le culpo ni le echo en cara, yo hacía lo mismo. Tantos años
juntos que nos creíamos un valor seguro, para los dos y mira hoy, no está.
Se fue.
Sigo jugando con del lubricante mientras pienso y recuerdo todo.
Sale un poco entre mis dedos, mis manos se escurren con la crema, un poco más.
Se llena mi mano entera, luego la otra, ahora ¿cómo me limpio?
Bueno, intentaré dormir.
Esta es mi posición más cómoda.
Venga ya estoy, así, como un bebe en el vientre de su madre, en su
vientre.
No puedo, no puedo dormir, lo pienso y me excito. Pienso en
nuestras noches y en nuestras siestas, me excita pensar. Cuando cocinaba
o cuando gritaba a los niños, todo me excita.
***
Su cuerpo, comienza a reaccionar al recuerdo y se enciende su
calor. Esta noche, intentará recordar, una de sus noches.
Intentará soñar.
Mete su mano por el pantalón del pijama, directamente, no puede
tener preámbulos, así es el sexo unipersonal.
Aprieta con rabia su sexo, llora, recuerda y continua...
La posición no es correcta para el amor, si para dormir, no para
eso. Pone su almohada bajo su pecho, boca abajo, su cabeza reposa sobre el
colchón, un cojín, para ayudar a subir su vientre, un poco más, ha de cubrir el
hueco que dejó.
¡Cuántos huecos dejaste en mi vida, amor!
Sus manos, imitan a su sexo, el que recuerda.
Se toca con rabia en silencio mientras embiste contra la cama.
Llegó a sentirse acompañado por ella, notaba su presencia en la habitación, su
olor.
***
Recuerdo aquello que ella me hacía, que apretaba con fuerza su
sexo para impedir mi acceso a su templo. Si, tantas cosas, recuerdo.
Boca abajo, esta noche, la recuerdo. Intento que mis
manos no sean parte de mi cuerpo, intento que mi mente pueda abstraerse tanto,
que la imagine a ella. No a esta almohada fría, no a este maldito colchón
Ella era todo para mí. Yo se que también lo era para ella, lo se.
Pero a veces, uno lo tiene todo y busca algo más.
Y buscando, me encontró ella a mí.
LVM