Por mucho que mi hijo se ofenda cuando le digo que
politiquea, está politiqueando ya.
Cambiará. No me imagino si sigue haciendo política como
acabará. Espero que lo deje pronto, como el tabaco, espero que solo sea la
ventolera natural de los jóvenes de cambiar el mundo, que le de pronto por
otras cosas, por ejemplo, la música.
Porque no corren buenos tiempos, menos para sus ideas. Como madre
que protege a su prole, solo quiero para él lo mejor. No tendrá padrino en la
política, por lo tanto, no tiene futuro. No será capaz de comer de ella, no le
sentará bien al estómago después de todos los ácidos que le obligué a tragar
desde pequeño.
Que mande en su vida, no dependerá de la lucha antifascista
que tanto promueve, el verdadero camino es la preparación. Ser los mejores en
cualquier campo que nos propongamos. Uno de nosotros ha de ser el mejor
escritor, el mejor luthier, el mejor músico, el mejor enterrador… En todos los
campos debemos estar por ser los mejores, para que hasta el más conservador nos
busque cuando se encuentre en apuros, nos busque porque somos los mejores y no
tenga ni en cuenta, en esos duros momentos, cual es nuestra ideología.
Hacer política solo ayuda un poco a solucionar algunos
conflictos, la verdadera solución pasa por la profesionalidad de nuestra gente.
Politiquear hoy en día está mal visto, sobre todo cuando hay tanta gente
pasando fatigas y ellos, los que ganan, no se bajan ni el sueldo.
¿Qué tendrá el poder político que les cambia tanto? Es como
el anillo de Gollum, su tesoro. Yo no me pongo eso ni a tiros, que ya bastante
fea estoy moviendo tierra.
Mira que he movido tierra este fin de semana, ¡¡qué contenta
estoy!!
Los ingresos económicos son importantes, pero no es eso lo
que los atrae, el poder de decidir sobre la vida de otras personas les da mucho
morbo. No solo en su vida son impotantes, sino que la de otras personas puede ser mejor o peor, dependiendo de sus
decisiones, de sus influencias.
Mi hijo se ofende cuando le llamo POLÍTICO. Piensa que por
su estética antisistema y sus ideas de izquierdas, no está haciendo política. Todos
cambiaron hasta las personas que hoy son: viejos, sin pelo y sin querer dejar
el poder del anillo, el poder político.
¿Imagináis a los políticos que hoy nos mandan si lo hubieran
dejado a tiempo? Conservaríamos su imagen de gente luchadora y joven.
Pues no,
siguen y siguen hasta quedar tan demacrados como Gollum, y buscan su anillo con
desesperación si alguien les intenta robar.
¿Empatizar con el pueblo?
No pueden, hace tiempo que dejaron
de ser de nuestra especie.