martes, 11 de octubre de 2011

BuscaRme la boca, buscar mi boca.

Yo me voy.

Queda dicho lo dicho
queda escrito lo escrito

Dicho y Escrito, descanso en paz.

En Jaén, a 11 de Octubre de 2011, siete meses después de su nacimiento, mi blog se cierra.

58 kilos y 150 gramos en mi farmacia esta tarde, no podía creerlo, estoy menguando.

Pero antes, los censurados.


C E N S U R A D O S

Las cosas que no dije, los poemas que no publiqué o descolgué, aquí está todo lo que puedo ofrecer, siempre quedarán censurados en mi carpeta, para la próxima vez que hablemos.

Un beso, espero que os gustara mi compañía aunque fuera con letras solo. Las letras no tienen tonalidad, las letras no expresan.  


PA TI
Cada mañana paso por tu puerta, maldito museo
Lleno de fósiles muertos
custodiados por ti, mi vida
me estoy muriendo por dentro,
fosilizada, por dentro,
cuando termine, méteme dentro.

P´a ti, si pa ti, solo pa ti Canijo,
Pa ti extraterrestre.
Alf aterriza su nave, lejos de mi casa,
¡que mala suerte!
Para mi, y para el extraterrestre.

Pa ti, Cástulo de mierda, pa ti
habla la Lengua, deslenguá,
maleducá.

sábado, 8 de octubre de 2011

¿AMIGOS? SSSSS ... SILENCIO, RECUERDO,



iuygfr 467 789i



El tan esperado encuentro en...



Tantas cosas se direjon...











Lunas heladas esperando que saliera el sol...



No quedó dicho...



















Nadie llegará hasta el final de este texto sin letras, apenas.

http://www.youtube.com/watch?v=E4vE0xbI3hk&edit=ev&feature=uenh

viernes, 7 de octubre de 2011

INSENSIBLE

Aceptaré las cosas según vengan,
insensible, jarabe de jengibre,
para evitar que corra mi sangre y vuelvan mis vértigos.

Aceite de linaza, !!que paza!!

Imágenes que golpean mis ojos,
llegan débiles a mi cerebro
y no se acercan ni a rozar mi corazón.

Corazón duro,
hoy más insensible,
mañana sufriré menos,
cada vez veo menos,
pienso menos,
ya voy pa vieja.

Cada vez me leen menos,
me consumo.

Cierro pronto mi existencia,
mi estancia está vacía,
ahora estoy como quiero estar,
sola y muerta.

miércoles, 5 de octubre de 2011

SEGUNDA PARTE

Llaman a la puerta ¿quién será a estas horas ? seductora como una niña pequeña, sonríe y ofrece unas palomitas. Escondida en la otra mano... una botella de vino.

“No puedo yo sola, me podría piripi y haría cosas de las que me arrepentiría”.

Con un gesto le ofrece pasar. Un gesto caballero, con la palma de su mano y un golpe de cabeza. Y comienza la excitación.

¡Qué palomitas, ni palomitas… qué película ni película!. Mi estómago se llena de lombrices y cucarachas, que se mueven en una gran pelea y bajan hacia abajo intentando salir por … ¡qué palomitas ni palomitas!.

Mucho tiempo esperando este momento, mucho tiempo solo. Encuentra el deseo, de la forma más bella, de la forma más divertida, de la forma más profunda. Su deseo, es algo más que solo deseo, es intriga, curiosidad por conocer, por saber si todo lo que imaginó solo en su habitación, era verdad o no.

Ella sigue con su juego y comienza a comer palomitas, mientras busca unos vasos. La botella está abierta, no necesita sacacorchos. Hay confianza, no es un regalo, es un vino para compartir con un amigo.

Observó cada movimiento, cada gesto, cada sonido de su voz. Analizó como buen observador. Esperó su señal. Sin ella nunca me atreveré, ella es siempre la que pone la respuesta afirmativa o negativa. Siempre son ellas. Es la ley de esta manada humana, como en tantas otras razas animales, ellas son las que deciden dentro de su abanico de posibilidades.

Un gesto:¡nadie se come así una palomita!. No para de hablar, no la escucho desde hace minutos. ¿Como puede alguien comerse una palomita, mientras pone esa mirada, tan … pícara?.

“¿Brindamos?
“Di tú por qué?”
“Por los hombres valientes”.

Mientras bebía, sus ojos se cerraban e imaginaba como sería besar sus párpados, cómo sus labios. Dos golpes de insinuación son pocos. He podido entender mal... esperaré.

Y la noche se alarga, el tiempo no se mide, se suceden las anécdotas y las risas, mientras se termina el vino y las palomitas. Risueños los dos, calientes sus cuerpos por el alcohol y el deseo. Se acercan sin señales ni intérpretes. No llegará la tercera insinuación. Directamente, se acerca a mi boca, me mira los labios y se pone seria. Está un poco borracha, siempre que bebe más de la cuenta, se pone seria. Le da vergüenza que se lo noten y deja de hablar. Se pone seria, muy seria... muy bella. Con sus músculos faciales relajados, sus labios casi hinchados, ¿o son así? no se. Solo se que deseo comerlos ya, besarlos es un paso anterior a mi deseo, deseo morderlos. Apretar su boca y buscar su lengua. No para esta mujer, no deja de moverse. Me encanta. Tanta quietud me aburre. ¿Cuando va a venir esta mataora a dar la estocada? ¿Qué piensa? ¿que soy inmortal? Voy a morir de deseo. ¡Voy a morir desangrado por dentro!. Reventón en todo mi cuerpo. Y mi sexo... a punto de explotar.

“¿No me hablas? Estas muy serio. ¿Qué te pasa? ¿Te estas muriendo? A ver a ver, túmbate”.

Obedezco sus órdenes al instante, generala, ¡que va!, simplemente la caudilla. ¿Que quiere jugar a médicos?

Efectivamente, comienza tocándome la frente.

“¿Fiebre?”
“¡Que va!”.

Soy yo, que estoy malo. Pero malo, malo que me he puesto. Le quita los botones de la camisa, no todos solo unos pocos, y busca mi pecho. Y pone la oreja sobre él. Lo mira enfadada y frunce el ceño:

“fuma usted mucho, escucho muchos pitidos “

Si, si, fumo mucho, mucho, si, pienso mientras continúa su exploración. Me sienta sobre la cama me quita la camisa, y viene por mi espalda. Otra vez la oreja en mi espalda. Siento su cara, caliente. Siento sus...¿Qué es oreja o labios?

“Debe dejar de fumar, poco a poco, estos sonidos son bastante sospechosos”.

“ ¡si, si, lo haré, lo haré doctora!”

“Tiene mucha fiebre, le pondré un trapo húmedo en la frente”

Se aleja unos momentos y vuelve. Me ata un trapo a la frente. Ahora parezco un samurai. Y continúa escuchando mis pitidos en la espalda. Vuelvo a sentirla, por detrás, pero esta vez no es cartílago, seguro. No es su oreja, noto sus labios... su lengua.

Me vuelvo para mirarla y no me deja, me coloca en mi sitio. Intento corresponder y coge mi mano y la inmoviliza. Aprieta mis dos muñecas, mientras sube por mi espalda. Su nariz también colabora, desembocan todos en mi cuello. Y comienzan a participar sus dientes... a degüello. Muerde mi oreja, mi nuca, mi pelo, mi cabeza. Muerde despacio, soy su pieza. Me desarmó y preso me lleva a su calabozo.

Y cuando intento mirarla, baja mi mordaza, de la cabeza, hasta mis ojos. Aprieta más fuerte, para que no se suelte, ya no me coge las manos, no lo necesita, estoy totalmente paralizado. Y comienzan los besos inocentes, de los que se dan pegando los orificios de la nariz a mi piel, apretando mis carnes, de los que se dan a ventosa, los que no necesitan humedad, solo la mínima posible. Esos besos, que hacen que los pelillos de las patillas se ericen. Y poco a poco, muchos besos juntos, uno tras de otro, hacen que la lengua se escape un poco. Solo un poco, solo en su final, solo un susurro de lengua y baja más por mi cara, se acerca a mi boca. Solo con un beso, esta loca consigue más que con bailes, películas y cientos de noches de sexo rápido.

Noto su respiración en mi cara, ya se puso frente a mi. Noto sus labios muy cerca, ofrezco los míos, una y otra vez, pero no la veo, no puedo comer y saciar mi deseo.

Y come, y como, ¡como come! ¡como como! no quiero pensar, si se lo como todo, así.

Si me lo como todo, como comen estos labios, me los como. Me lo como todo, sus labios, sus brazos, sus pieles y sus pliegues. No me sujeta ya nadie, ya se acabaron los juegos, ahora comienza a actuar, el que está escribiendo.

NEW CHICHOS

La Inma de siempre, la del barrio, sigue buscando su música, Camela, Los chichos ... es lo que hay.

martes, 4 de octubre de 2011

ANDA Y CAGA

Así se llamará mi carta larga.
Mentira o realidad. Tendrá dos portadas igual que la libreta en la que escribo. Encuadernación de gusanillo, como mi libreta. Y lo mismo que hago ahora, por un lado escucharás mentiras y por otro realidad.
Pondré dibujos pero malos, no se dibujar, pero sustituiré mis enlaces por dibujos y otras artes, malas como todo lo que hago, marranás.
Es una carta para hacer guarreridas, para leer en el water. El tipo de letra lo elige mi madre, que pa eso es la más entendía en letras de este tipo. Seguro que esto ya se ha hecho, a todos os sonará a algo, a alguien… ¡me da igual!, es solo para los amigos y lo enviaré como las cartas antiguas, por correo ordinario, como yo y en papel.

lunes, 3 de octubre de 2011

VIENE POR MI


Y las embestidas de sus aguas,
se tornaron riachuelo,
después de su primer encuentro.

Solo así pudo calmarlo y conocerlo.

Pero él, incauto,
ya probó su veneno.

Como un remanso lento y tranquilo,
viene hacia mi y me invade.

Advierto, estoy herida,
no puedes fiarte de nadie.

Menos de mi.

Que la que avisa no es traidora.

domingo, 2 de octubre de 2011

Con camiseta azul, el padre de los niños

LA LENGUA HOY, SE QUEDA SIN PALABRAS. ME CRIÉ EN LA CALLE DE AL LADO, ALCALDE MORALES ROBLES. SUS HIJOS TENÍAN LA MISMA INICIAL QUE LOS MÍOS. TAN CERCA, TAN CERCA EL DOLOR QUE HOY ME QUEDÉ MUDA.

ACLARACIÓN: estaba confundica, la calle mencionada en la noticia, es como se llamaba antes mi propia calle. En la ciudad había dos calles con el mismo nombre y cambiaron la mia. Por eso yo creí que era la calle de arriba, y no es así. Es mi calle antes de que la cambiaran de nombre para evitar confusiones a los carteros. fffff, más cerca aún, esto me hace pensar mucho, hay que vivir y no pensar lo mal que está uno, sino lo peor que deben estar otros. Un abrazo puzzle para todos los familiares y amigos de esta familia. No puedo acompañarles en el sentimiento, sería imposible. Sería muy hipócrata por mi parte.

RECORTE DE LA NOTICIA
Álvaro Puertollano Berbel tenía once años. Alto y fortachón para su edad, con los ojos claros. Alejandro aún no había cumplido los cuatro. Con la cara redondita, muy alegre. Los dos estaban en la bañera. Muertos. Su madre, Ruth, de algo más de 30 años, está detenida como supuesta autora del crimen. Ángel, su padre, está en manos de psicólogos, como buena parte de la familia, que ayer lloró su tragedia en la calle Alcalde Cancio Uribe de Jaén.

A las siete de la tarde Ángel recibió una llamada de su hijo Álvaro. «Papá, corre, ven que mamá está mal, está muy nerviosa», le dijo el chaval. Ángel corrió tal vez como nunca haya corrido en su vida. Como si hace unos meses no hubiese sufrido un accidente laboral y se hubiese roto una pierna. Esa tarde había salido de casa, el 2ºD del número 2 de la calle Alcalde Cancio Uribe, para ir a rehabilitación. En la vivienda quedó su mujer con sus hijos. El tiempo suficiente como para sufrir una crisis y matarlos. «Iba como loco», dice una vecina que lo vio llegar al barrio. «¿A dónde vas con tanta prisa?». «Mi mujer. Mi mujer que le ha hecho algo a los niños».

Por el camino pudo llamar al servicio de coordinación de emergencias 112 Andalucía. Allí el aviso entró a las 19,05. «Era la llamada de un padre alertando de que su pareja estaba amenazando a los niños», dicen las fuentes consultadas en fuerzas de seguridad. Inmediatamente se movilizó un dispositivo sanitario y una dotación de la Policía acudió hasta la Alcantarilla. Cuando las asistencias llegaron al lugar de los hechos se encontraron los cuerpos de los dos menores en la bañera del cuarto de baño. A la desesperada, los sanitarios intentaron maniobras de reanimación. Lo intentaron mientras hubo una posibilidad de que alguno de los menores volviese a la vida. Aunque finalmente sólo pudieron certificar su muerte.

Un portavoz del Cuerpo Nacional de Policía confirmó que en principio la hipótesis más probable de la muerte de los dos menores es ahogamiento, aunque será la autopsia que hoy se haga a los cuerpos la que arroje certezas al respecto. La madre, Ruth, fue detenida por agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta. Vecinos de la calle han comentado que la mujer había padecido depresiones. Algunos apuntan a que había dejado el tratamiento, aunque ninguna fuente oficial lo confirmó anoche.

Ruth es ama de casa. Su marido trabaja en una empresa de ascensores. Llevan viviendo en la calle Alcalde Cancio Uribe desde hace más de quince años. Los vecinos los describen como una pareja «normal, que jamás ha dado que hablar. Él un tío trabajador, buena gente. Ella, en su casa con sus niños. Nunca se ha visto una voz entre ellos. Ni con los niños».

sábado, 1 de octubre de 2011

ROMPE EL CRISTAL DE LA DESCONFIANZA



Yo quiero ser, además de parecer, feliz.
Yo quiero hacer, además de parecer… que hago feliz.

Ayer me visitó una amiga con su bebé. Los quiero mucho a los tres y acabo de echar cuentas de nuestros comienzos. Yo se, que al principio desoriento y genero desconfianza. A ella también le pasó y discutíamos por tonterías, como los niños desayunan mejor fuera al sol o dentro en casa calentitos, o esa caja de material que no cogía y al final cogió en el coche.

Poco a poco pasó el tiempo y comenzamos a conocernos. Yo aprendí a jugar y bromear con sus prontos, que en muchas ocasiones tenía más razón que una santa. Como aquella vez del agua de fuego para los indios mochileros, o en otras miles de ocasiones que aportaba razonabilidad a mis locuras.

A esta india loca se le ocurrían barbaridades, siempre divertidas, como aprender a hacer arcos y flechas y dispararnos, a pique que se saltaran los niños un ojo. Y cazar conejos imaginarios, o tirarnos en parapente si hacía viento, o saltar de un avión en mitad de un juego que no tenía nada que ver con eso, cazar libélulas o … bueno, mucha paciencia que sacó conmigo.

Un buen día, en otra de mis frikadas se puso a mi lado para defender mi postura y me dijo: “no te enfades, yo un día rompí el cristal y me mezclé contigo, ellos aún no lo han hecho…”.

Habría sido tan fácil escoger, a pito pito gorgorito, donde vas tú tan bonico. Pero solo él, cargado de defectos y maravillas, consiguió llevarse el corazón de este dragón para siempre.

Tantas veces le dijo que no escribía para ella, que no aceptaría un mensaje por escrito, ahora le tocaba a él, enfrentarse al posible rechazo. A saco, en directo y con la rodilla en el suelo, debería pedirle amor eterno, mientras en su cabeza, la de ella, sonaba una sola canción. Monotemática, como buen loco, uno, uno, uno... y solo uno. Tú.