viernes, 19 de enero de 2018

LA RATONERA

Nada ocurre porque sí, todo cobra sentido con el tiempo. Cada día estoy más convencida de que la vida es una ratonera. A veces vas caminando por el laberinto que te plantea no se muy bien quien, y de pronto chocas de frente con un espacio por el que ya has pasado, allí otros ratos más jóvenes normalmente, muestran sorpresa y buscan respuestas:

-          ¿Por aquí? ¿Por allí?

Y tu los miras y piensas:

-          Seréis ignorantes de la vida, ¡¡da igual el camino que escojas!! Todo lleva al mismo sitio, continuar caminando.

De verdad que nos planteamos ¿qué estamos haciendo mal? porque hemos vuelto al punto de partida y no nos damos cuenta que es lo mejor que nos puede ocurrir en la vida, volver al principio, seguir caminando y hacer cosas nuevas pero con la experiencia y los conocimientos que tienes adquiridos de tu caminar.

A mí no me importa ya el por aquí, por allí, soy más de pensar por donde NO. 

Por aquí no paso ya, eso lo tengo claro. 

No pierdo el tiempo haciendo cosas que no voy a terminar, no malgasto mi saliva intentando convencer a los que lo tienen claro, y no comparto espacio con extremistas que solo me buscan la boca para que salte ni con otros que no hablan ni paulan.


Así soy, salvaje y práctica, me queda poca vida, ya no aconsejo consejos repetidos, ya no reparto hostias a desconocidos y a mí que más me da si las merecen, que se las dé su madre. 

domingo, 14 de enero de 2018

El tiempo es limitado

Una no puede estar en dos lugares al mismo tiempo, ni puede hacer dos tareas que necesiten atención, seas hombre o mujer, no empecemos con los chistes sexistas. Si estás tejiendo una alfombra, no puedes emparejar calcetines, si estás viendo una serie no puedes escribir, no se puede atender a todos los amigos, por mucho que uno quiera, porque no hay tiempo.

Una cosa si te digo, no gastes tiempo si la actividad no te hace completamente feliz, si no estás a gusto, lárgate, no te esperes a ver si te gusta con el tiempo, porque el tiempo es limitado. 

No importa lo que piensen de ti, no compensa si tu tiempo se consume y no te hace feliz.

En nuestra particular línea temporal,  las cosas que ocurren son completamente incompatibles con otras que podían haber ocurrido, y según esto, una vez que tomas la decisión de que no ocurra una cosa, automáticamente das pie a que ocurra otra.

No sé si me explico, el caso es que para invertir bien tu tiempo debes tomar decisiones en la vida, esto sí, esto no, este sí, esta no, bailo o toco, canto o veo pelis, coso o bordo, escribo o aprovecho el tiempo.

Así consumimos el tiempo diariamente que de pronto se convierten en años, llega un día y te mueres. 

No debes olvidar objetivos a medio y largo plazo, porque si no, llega el día en que deben ocurrir cosas y no hay NA, te aburres por no tener nada previsto, pero no debes perder de vista el día a día, que al final es el más importante, lo que está ocurriendo de verdad, donde se gasta tu tiempo. 

Planifícalo todo de manera completamente aleatoria y sin ningún orden para que tu vida sea simplemente, divertida.  

martes, 9 de enero de 2018

UN ALMA GRANDE

Hace tiempo que no escribo, no tengo ganas. Me gusta calentarme los pies con las manos cuando estoy sentada en el sofá con mi braserico o tejer la alfombra para decorar el nido de Sevilla de mi Lanqui, en lugar de ponerme el teclado como hago ahora. 

Hoy lo necesitaba sobre todo por recopilar ideas.

Tengo recuerdos de recién llegada a Jaén, mi colegio nuevo donde yo era la nueva, el revuelo de la mudanza, los muebles en el camión, recuerdo que se quedaron nuestras bicicletas, en fin, muchos recuerdos desde que era muy chica, incluso de los viajes que hacíamos para ver a la familia antes de vivir aquí.

Mi piso nuevo en el polígono, con baño y todo,  las cabañas, los petardos, la calle y el río… un millón de cosas que llevo ya en mi alma guardadas, como capas que recubren mi persona.

Poco a poco te haces más grande y valiosa, no por lo que eres, no por tu cuerpo, sino por todo lo que lo envuelve. Soy consciente que desprendo mucha felicidad, todo el que está a mi lado se siente querido, feliz. No me hago responsable de los abandonados, no puedo llevar a todos conmigo, he abandonado a algunos seres humanos, pero ha sido siempre cuando la lista de porqués se había vuelto en su contra.

¿Por qué si? ¿Por qué no?

Soy rigurosa, voy sumando y cuando gana el “NO” actúo en consecuencia. De nada sirve que me cuentes lo que puedo perder, lo asumo, pero siempre que se pierde algo se ganan otras cosas, el tiempo es limitado, nos quedan pocos años por vivir.

Dirás: - llevas diciendo esto desde que te conozco, eres muy joven.

Llevo diciéndolo desde los once años que me vi morir por primera vez. No puedo perder ni un minuto, no si no me hace feliz. A los niños y niñas que llevaba en las asociaciones donde participé, siempre les pedía un pago, que yo fuera feliz, para que volviera el siguiente día.

No hay ni un solo día garantizado conmigo, soy efímera y lo aviso.

En estos días estoy encontrando sentido a mi vida. Pienso que toda la ropa que he lavado, todas las veces que cociné y fregué los platos, pienso que tantas obras, tanto trabajo están cobrando sentido ahora. Cada vez que arrimé una lechita a la cama, cada vez que me enfadé para que cambiara algo, cada minuto perdido en mi barrio, en mis causas perdidas sirvieron para ir haciendo capas y capas a mi envoltorio.

Cada día está más deteriorado este cuerpo mío todo hay que decirlo, aunque mi culazo no se descuelga ni a tiros gracias a los trabajos forzados a los que me someto, el sol en esta cara no perdona, tengo los ojos como el cuello de una tortuga aunque ahora uso crema anti-arrugas, gracias a mi amiga Paqui, que me hizo ver que soy vieja.

El caso es que vivir: hacer una casa, decorar, vestirte, caminar, cuidarte, criar a tus hijos, aprender, sobre todo aprender, no solo adquirir conocimientos... 

¿Todo eso por qué? Para qué?  

¡No sirve de nada una vez te mueras!

Pienso precisamente que en la tierra, quedarán tus hechos, nunca morirán mientras no se olviden. Para los cristianos es tu alma, para mí es lo mismo pero más sencillo y natural: tus “obras”, las personas que te quieran y que seguirán vivas, estarán dando capas y más capas a tu envoltorio, haciéndote más y más grande, solo por tu paso por la tierra.

Fácil, es la bola de nieve en la montaña, todo lo que pille y engulla, llámese hijos, amigos, asociaciones, novios, familia... todos harán más grande tu alma. 

Pregúntate:  ¿a cuántos pillarías en tu bajada por esa montaña?

Pregúntate si puedes hacer algo para que sean más y más los obstáculos que engullas en tu camino.

Hay personas, que se dedican a su cuerpo, a su casa, a sus cosas, y al final que queda de ellas: nada.

Incinerarán su cuerpo, heredarán propiedades, venderán lo que puedan y tirarán sus enseres ¿y?

No han dejado nada hecho, nada de ellas dejará huella. 

Cada vez que pienso, que esta casa mía me sobrevivirá, que sea quien sea quien viva aquí, sabrá, que esta casa la hizo una mujer sola con sus manos, ayudada en un principio de su padre y un amigo comunista, que siguió su legado y que la terminó.

De mis hijos, diré que los envuelvo en mis capas, que como son muchos, me hacen muy grande, que me cuesta dar por todas partes y a veces se quedan capas a medias y cubro a unos si y otros no, porque no soy una madre perfecta aunque  hace poco afirmara que sí, pero que ellos son mi cuerpo, parte de mi envoltorio, están dentro de mí y las capas aunque me cueste mucho esfuerzo los recubre y los hace grandes a la vez que a mí.

Puede que este sea quizás el sentido de la vida, dejar en este mundo partes de ti, no ha de ser necesariamente hijos de sangre, hay mucha gente que no tiene hijos pero como si los tuviera, saben atraer a otras personas, cosas, causas y no paran de trabajar para dar capas y proteger a todo eso y conseguir que se haga grande a la vez que ellos mismos.

Este es el verdadero sentido de la vida,  ayudar a los demás te hace compartir sus éxitos, su felicidad.

Eso les he enseñado a mis hijos y a todo aquel que me ha querido escuchar, para que  se hagan inmensos y que si tienen que ayudar al que no les ayudó, para que su envoltorio se haga puro y fuerte, que así sea, que yo esté para verlo, que Dios los ayude o en este caso, su madre.

Esos cuerdos viejos
piensan que a su modo
me cambiarán en todo
yo navegaría en su lodo
y me fundiría por dentro
sirviéndoles de alimento
como buen petróleo.

Así sea.

fragmento de CRÍA CUERDOS, poesía incluida en mi poemario Retahila.