He de confesar que estoy loca de nacimiento, solo he podido mantenerme camuflada entre vosotros porque no he tomado drogas. No os confundáis, vosotros sois los que carecéis de nuestro tornillo, no se os ha perdido nada en este mundo, debéis aprender de nosotros los locos, que somos muchos más de lo que os pensáis, algunos no alcanzan todavía el metro de altura.
Cuando te cuente que un niño le ha quitado la goma en el
cole, pregúntale todos los detalles, que te suelte su sopa que es muy gorda.
No
es una tontería, ha sentido humillación, se ha sentido invadido y dañado. Escúchale,
que te lo cuente todo. Solo así te contará otras cosas no más graves pero sí
más interesantes para un adulto como tú. Un niño que no habla de pequeño, no lo hace nunca.
Apaga la tele para comer. Apaga el móvil. Yo he mandado fuera de mi mesa a José Antonio con veinte años porque no paraba de usar el móvil. ¡Apaga la
tele! ¡apaga el móvil! la comida es sagrada, a cara descubierta y tarda en masticar que te esperen.
Es el filtro diario.
Que
cocine para ti, mal o bien, no importa, que te alimente que es un actor de amor. Que se suena los mocos con la manga y sigue
con lo que está haciendo, te alegras, son defensas naturales, no lo digo yo, lo
dice mi cuñada Ana, que es naturalista y dice que hay muchos jarabes naturales
basados en el moco.
Lo más importante, es que lo hagas de corazón, ellos notan
cuando finges. Ellos se dan cuenta de que te importa una mierda lo de la goma y
¿qué pasará? Dejarán de hablarte.
Los castigos han de ser físicos, ¡no hables tanto! que suban y bajen escaleras, ejercicio físico, un saco de boxeo tengo yo también, un castigo que teníamos era golpear 100 veces el saco. Lo malo es que algunos, más listos que otros daban golpes de tambor, percusionistas de los finos y otros casi se partían el cuello en los 10 primeros golpetazos.
- Entra de nuevo en mi cuarto cuando estés mejor.
Anda que no han escuchado eso mis hijos veces. Sácalo de allí cuando venga con ganas de pelea que cuente diez y vuelva.
¿Vuelve a entrar mal? vuelve a salir y así sucesivamente.
Repetitivo, como los locos.
Subir y bajar otra vez las escaleras, la silla de pensar. Es muy divertido, deja que infrinja la norma, que haga trampas, que busque juguetes para volver corriendo a la silla, no importa, hazte la loca, que al final se quedará en la silla solo porque está a tu lado.
No emitas demasiado interés, tu niño es uno más de todos los
niños del mundo, interésate por sus amigos del cole, no permitas que se sienta
el centro de tu universo.
Tienes que crecer tú como persona para que ellos
sigan creciendo.
Tú más.
Las artes, no te preocupes tanto por los conocimientos, las
calificaciones y no permitas que no se haga un artista. Hay muchas disciplinas,
busca la que más se acerque a él y apúntalo, acompáñalo, comparte.
No muestres debilidad, si hay que trabajar, trabaja más que
nadie, si hay que limpiar, limpia con ellos y si no quieres que se droguen, no
te drogues delante de ellos pierdes autoridad, pierdes credibilidad y sobre
todo, tus argumentos no se sostienen si los hechos son contradictorios.
- Cómete las lentejas – le decía a su hija una mamá que
conocí.
- ¿Y tu? – le dije.
- No me gustan- me contestó sin que la niña la escuchara.
Se creen que la policía es tonta. Se creen que no atan
cabos. Piensan que pueden engañarlos y los seres humanos en crecimiento son
capaces de aprender miles de conceptos y palabras distintas en sus primeros
años de vida, su nivel de aprendizaje es mucho mayor que el de cualquier ser
humano adulto, solo queréis tapar el sol con un dedo.
Todos los ejemplos valen, los buenos y los malos. Un ejemplo
a seguir no tiene porque ser un buen ejemplo. Es una frase que tiene doble
filo. Para nosotros un ejemplo a seguir puede ser una persona que no beba, no
fume, haga deporte… para ellos, es un matao.
Ellos tienen de ejemplos a seguir
muchos referentes en internet, entre sus amigos, en el colegio… pero el mayor referente
siempre serás tú, su progenitora. Después tú, su hermano mayor. Después tú, su
abuelo. Siempre funciona de forma ascendente porque por debajo sería un retroceso
que nadie está dispuesto a seguir.
¡Error! ¡guorning!
Muchos ejemplos los tenemos por debajo, yo siempre he
aprendido de los niños, cuanto más pequeños más puros, cuanto más aprendas de
donde sea, más conocimientos.
Como decía mi abuela Dolores:
- Niña tú pregunta, que aunque parezcas tonta, al final sabrás más que nadie.
La psiquis es algo tan maravilloso, que puede que
un ser humano que apenas cuenta con días te enseñe cosas que jamás serás capaz
de aprender. Todos hemos visto en internet imágenes sorprendentes que vienen de
los más pequeños, artistas que nacen, todos conocemos la vida de los grandes
músicos, su infancia es muy importante de estudiar y son ejemplos a tener en
cuenta, ya seguir o no seguir, esa es otra cuestión.
Cada uno que elija su camino, no puedes conducir a tu hijo
como si fuera un roborcito teledirigido, solo puedes allanar el camino, tirarle
objetos para que observe, escucharlo, y hacer que crezca y aprenda en
libertad.
La libertad es lo más importante, si no le enseñas a
gestionarla desde muy joven, tendrás que ser su carcelero cuando sea mayor.
Yo he
dejado que Blanca se queme un dedo. Si, si, llámame mala madre. Después de mucho
rato diciéndole que el lumigas quemaba, ella volvía como los locos, que son
eso, personas que repiten porque están aprendiendo y no les convences, después
de responder durante horas a la misma pregunta:
-
¿Mema?
-
Si, quema.
-
Mamá, ¿mema?
-
Si, Blanca, quema.
¿Qué madre en su sano juicio permite que un bebé de pañal se
acerque una y otra vez peligrosamente con su dedito a ese objeto luminoso y
peligroso?
Esta que lo es, que está loca porque aprendió mucho de los locos bajitos. Mientras le ponía hielo en su
dedito, Blanca soplaba y soplaba, nunca
lloró con el dolor por mucho daño que se hiciera.
Me miraba y me decía
repetidas veces:
-
Mami, lumi, mema, lumi, mema, mami, mami, lumi
mema.