Hoy no haré la crítica fácil. Se que podría decir que esta
mañana, buscando noticias sobre lo de la ocupación del Congreso, me topé de
frente con el Congreso de Diputados.
Podría decir que fue muy divertido observar como les gusta
oírse a si mismos y pedir el aplauso a sus compañeros, como si fueran artistas.
Me encanta estudiar a la gente, en el metro, en reuniones, en los parques o en
el Congreso.
Me imaginaba de diputada, tomando la palabra para hacer un
erótico en directo, agotando mi tiempo de intervención por su puesto. Y después, el silencio en lugar de aplausos, porque de seguro no tendría compañeros de partido. O me aplaudo yo sola, que también es bastante insinuante, además de guarrilla, tontilla.
Puedo ver
a Gila dirigiendo el congreso con su teléfono en lugar de micro, o a Eugenio
con su cigarro, apagado claro está, diciendo: “saben aquel que diu…”.
Son un montón de actores fracasados, seguramente sin arte ni
físico para poder ejercer, o en algunos casos retirados. Hacen el trabajo para
lo que fueron contratados, ¿Qué esperábamos? ¿Que los políticos fueran
sinceros? ¿Qué el lucro y el afán de protagonismo no estuviera entre sus
pretensiones?
Ser un político de prestigio, es lo más parecido a
participar en Gran Hermano, para alcanzar la popularidad. Además, como en este
programa son varias las ediciones, y aunque ya no te dediques a la política,
siembre nos sonará tu cara, y por su puesto, siempre serás un buen consejero de
una empresa por pequeña que sea.
Son generaciones y generaciones de políticos, hijos de otros
políticos retirados. Cuando un joven piensa hacer la carrera de políticas o
milita en un partido para ir cogiendo nombre, ¿es porque le interesa intervenir
en el mundo que les rodea?
¡No jodas! eso no se lo cree nadie.
Pero no, hoy no haré la crítica fácil que todos hacemos, la
que se escribe en el Facebook desde ayer, la monotemática y cansina crítica a
la clase política al completo. Hoy no me indignaré con las imágenes que he
visto, hoy no me meteré con el Cuerpo de Policía, ni aunque esté bueno y
necesite un ratito de cama.
Hoy, solo quiero recordar, a todos aquellos empresarios de
la construcción que nos vendieron nuestras casas a precio de oro, que se lo
gastaron en putas, coches de lujo y mucha coca, que se llevaron nuestro dinero
a paraísos fiscales y que finalmente, pusieron cara de lástima para que los
compadezcamos, por tener que despedir a sus trabajadores y encima ser
comprensivos con ellos, porque los últimos años fueron a la ruina algunas de
sus últimas obras.¿Ya nadie se acuerda de ellos ni de sus muertos?
¿Vosotros os creéis que ahora están comiendo bocadillos de
mortadela?
También quiero recordar a los pobres banqueros, que nos
subieron los intereses casi al doble de lo que pagábamos cuando nos ofrecieron
la venta de nuestra hipoteca. A esos que todos los días vemos en las colas de
Cáritas, para recoger sus alimentos.
Y ahora, si he de decir, que además, nuestros políticos, no
están a la altura, y no saben devolverle al pueblo lo que es suyo, por miedo a
una guerra civil o a una estampida humana que no sepan controlar. El miedo es
gratis, nosotros también tenemos miedo cuando nos piden el voto.
Nosotros votamos a los que ahora nos gobiernan, porque
pensábamos que al ser los más cercanos
al capital, sacarían “sus dineros” de debajo de sus baldosas.
¿Ingenuidad? Si, mucha
Si, ahora tú me dirás que tú no lo votaste, claro, ahora
nadie los votó. ¿Tampoco votamos a los que firmaron los recortes en Andalucía? Uy,
uy, ¿no serás de los que no votan? Ay, ay, ay… que te va a crecer la nariz.
!Ahora a pagar! ¡A tragarnos nuestras críticas con dignidad!
Y para las próximas, que vote el que pueda, si nos queda
alguien a quien votar.
Está claro que ellos lo harán en masa, como siempre, sin
demasiadas críticas internas, acatando, como un ejército, que es lo que siempre fueron, con o sin Paco, al fin y al cabo, hemos vuelto a su España querida.
¡ESTO SI QUE ES UNA MANIFESTACIÓN!
¡ESTO SI QUE ES UNA MANIFESTACIÓN!