martes, 31 de mayo de 2016

Peticiones de una atea

Que tu Dios te perdone y la vida te pague con la misma moneda.

lunes, 30 de mayo de 2016

DE OBRA

El otro día me contó un amigo que su madre nunca lee, pero que lo mío lo lee porque cuenta cosas que son verdad. Enganchan porque es un reáliti. 

No son solo historias verdaderas, también hay voluntos extraños que de vez en cuando me entran, de esos de loco incomprendido, pero que yo necesito echar fuera aunque nadie me entienda.

También algún mensaje de amor. 

Cuento cosas que no son del todo ciertas, pero que su verdad llevan. Quien quiera que lo descifre. 

También puedo contar historias de miedo pero a las personas reales en situaciones parecidas a la vida cotidiana o aventuras que te pueden pasar en una excursión, intento provocar susto pero más bien doy risa.

Las poesías me salen solo de vez en cuando, no te creas tú que es así fácil, que dices:  

- Voy a hacer una poesía. 

Y la haces. 

Tienes que estar un poco chalá perdía para que te nazcan, bien triste, bien muy alegre o muy caliente. La estabilidad es enemiga de la poesía, solo salen cuando tienes en el cráneo  el líquido inflamable.

Además no me gustan. 

Si cuento algo inventado es porque me miento a mí misma, miento a propio intento y camuflo lo verdadero porque es feo.

Que quede caro que siempre tiene un porqué pero que no tengo que ser asesina en serie porque cuente una de monstruos que se comen a las buenas personas.

No tengo por qué saber apagar incendios, para contar la historia de Miguel.

No he tenido que ser una niña maltratada para contar la que estoy escribiendo, solo con tener hijos e imaginar la situación es suficiente. Esta me está costando mucho, me duele mucho cuando pienso en mis niños, creo que los he mimado mucho, los he disfrutado hasta el último segundo del día y los he cuidado como mejor he sabido, pero también he tenido momentos de locura, de llegar al límite de tu fortaleza mental, como creo que nos ha pasado a todos los padres y madres, más los primerizos. 

Pues eso chico, que no te creas nada, que lo mismo que hoy estoy aquí mañana giro y miento, porque me da la gana, porque solo son letras, me la pela lo que piense la gente en general y en particular los afectados.

Soy una fantasiosa y lo que quiero que ocurra ocurre, porque yo lo doy por hecho antes de que ocurra.


Y ahora voy y me dejo de tonterías que estoy de obra, y eso es verdad verdadera.

NO TRABAJAR

¡Madre mía que maquinón, equisdé, equisdé!

Yo necesitaría no trabajar, solo escribir y vivir, como mucho ir al campo a seguir con mi barco, que eso es más terapia que otra cosa para que no se me ponga la cabeza loca, si me apuras limpiar la casa que es para mí también, mover la ropa de sucio a limpio, de invierno a verano, y organizar las actividades de los niños. Comprar comida, cocinar, mal como siempre y debo sumarle lo del hotelito que estoy haciendo, que lo necesito, por muchas cuestiones, pero al menos yo necesitaría no trabajar.

Ahora me tengo que vestir, salir a la calle y pasar la mañana en la oficina, después volver al tajo que es lo más gordo que tengo, la verdad, el trabajo duro está aquí en mis cosas, mi casa, mis niños y mi campo.

¡Ay! ¡Dios mío! Yo necesitaría no trabajar.

domingo, 29 de mayo de 2016

EFÍMEROS

Tengo el sabor agridulce de lo efímero en mis labios, tú también.
Estoy triste, soy muy feliz, no volverá a ocurrir.
Tengo una larga lista de inconvenientes, pero soy la mejor.
Ya han sido varias las veces que jugué y no quiero seguir rascando. 
Trabajar me entretiene la pena y
alimenta mi esperanza de cambiar mis circunstancias.
Trabajando mucho y duro, resuelvo obligaciones y elimino inconvenientes.
También desactivo mis recuerdos.
Nunca me rindo, prefiero pelear aunque ya esté todo perdido, de algo servirá.
Otra vez soy feliz con lo que me toque vivir.
Espérame si quieres, tampoco tardo tanto, solo me quedan unos años.
Solo puedo ofrecerte la libertad y esperar que te quedes conmigo,
 que me esperes, que resistas.
Y cada vez la pena será más grande y cada vez seremos más efímeros. 


jueves, 26 de mayo de 2016

LÉASE A TODA VELOCIDAD, SON CASI DOS FOLIOS, AVISO.

¿Por qué no me interesa en absoluto nada que tenga que ver con el escaparate habitual de artistas, escritores, concursos, conferencias, lecturas de poesías…? Yo prefiero irme a mi barco. 

Al fin y al cabo es una forma más de promocionar la cultura, me parece bien que se hagan esas cosas, pero yo ¿por qué nos soy capaz de venderme? 

Ni menciono a las personas que me rodean, quitando a familia y amigos muy directos, que he escrito un libro, que es el segundo ya y que estoy liada con el tercero.

Me he comprado un ordenador de esos que se descabezan la pantalla y que se puede escribir en la cama sin que arda el edredón, que se puede manejar con el dedito además de con el teclado, y lo más importante de todo, que tiene la tecla suprimir en la esquina superior izquierda (quise decir derecha), que es donde tiene que estar para que yo no tenga ni que buscarla.

Y es que son muchas las veces que hay que dar a suprimir para escribir un libro.

Escribo muy deprisa, si no está  todo donde yo espero y sin que nada me frene, me desespero. Y es que yo escribo como el que se está cagando después de una semana con un todo incluido en un hotelazo donde el water no es el suyo…

léase ESTO ES QUE TE CAGAS, a toda velocidad antes de continuar. 
http://lenguavivamata.blogspot.com.es/2011/04/esto-es-que-te-cagas.html

Además mi cerebro está un poco lisiado, como les pasa a los cerebros de los viejos que ya se le han muerto muchas neuronas.  Como yo quiero que esté ahí la tecla suprimir, mil veces le daré a la otra, la que está en su lugar. 

No me acostumbro a no equivocarme, no me acostumbraré nunca a ese teclado, no soy capaz de mandar en mi cerebro la orden de darle a la tecla suprimir directamente, lo que hago desde que me cambiaron el teclado es que le darle a la otra tecla, luego rápidamente envío a mi cerebro la orden de hacerlo bien y todo eso a gran velocidad.

Eso cada vez que le tengo que dar a la tecla suprimir.

¿Mejor que esté la tecla en su sitio no? Teniendo en cuenta que la última vez fueron casi 50.000 palabras, cada una de ellas formada por varias letras,  repartidas en frases que se agrupaban por párrafos en mis distintos lengüetazos.

Este tercer libro me da miedo, nadie puede saber nada, no me preguntéis. Cuando lo leáis sabréis porque. Lo digo igual que con la la presentación del libro de Miguel, que leyendo el libro ya sabéis porque tenía que ser el día dos del cuatro.

No podría escribir tranquila si se sabe quién es el personaje, esta vez será totalmente secreto. No me preguntéis, lo negaré todo, no escribiría con libertad.

Al principio pensé en camuflar la historia, es dolorosa de cojones, utilizar la tercera persona, que no hable el personaje, que sea un narrador, más ajeno al dolor.

No quería que me encasillaran como "la contadora de vidas", las vidas de otros y la mía la primera, que para eso va la burra delante.

Este libro casero número tres, me va a doler más que el uno, que es de mi vida, pero que no me podéis pedir porque no tengo, ya vendí todos los que tenía que vender.

Antes de ayer fui de viaje. Salí después de comer y por la noche estaba en casa. Solo una hora y media con los personajes en el escenario de los hechos me bastaron para guardar todo el libro en mi cabeza.

Ahora solo queda tirar del hilo y contar.

Que me perdone la gente que espera mucho más de mí, que me perdone mi Paco el primero, pero yo no sé escribir. 

Como decía Paco de Lucía: yo de música no sé. Perdón por la comparación, con un grande tan grande, pero es que es el ejemplo que más pienso que puede entenderse.

Puedo contar historias de miedo para un fuego de campamento, puedo contar guarreridas para echarnos unas risas, que es lo que me pasa a mí cuando leo esas cosas. 

Puedo hacer poesías que no están mal, no digo yo nada, pobres, servir sirven para un ratillo de un par de ellas y para de contar. Me aburre enormemente la poesía.

Lo que yo creo que de verdad, verdad, a mi me gusta, me llena, me provoca, me hace llorar cuando escribo, encorajarme, indignarme … son las historias verdaderas.

Escupo las letras como loca, a toda velocidad, como si me quemaran a partir de que las tengo en la cabeza, creo que se me entiende, que no hay segundas intenciones, que no busco decir una cosa y escribo otra para que el lector entienda otra distinta. 

Con las historias verdaderas, no hay más que rascar, todo está dicho, todo es verdad y todo está contado como mejor sé y para que me entendáis rápidamente.

Seguramente miles de millones de escritores pensarán:

- ¡Qué tía más simple!

Si, es verdad, soy muy simple, joder que si, que el que lo quiera comprobar que me conozca. 

Soy la vieja del visillo, me encanta enterarme de cosas y contarlas, soy la india de la tribu que transmite conocimientos con la palabra, solo que yo lo hago con letras, a toda velocidad y mientras pienso escribo, a no ser que no encuentre la tecla de suprimir, entonces ya me paro y no me entero de por donde iba hablando por escrito.

No me llaméis escritora si eso implica más cosas, que yo quiero seguir siendo la india Pocagua que vive en su barco y cuando llegan rostros pálidos a curiosear su territorio les tira flechas desde lo alto del coche volador.

 ¡Madre mía! ¡ xD bendito, no para esta lengua mía!




miércoles, 25 de mayo de 2016

SOY INVISIBLE

Todo el mundo es invisible mientras no se demuestre lo contrario.

De toda la vida del Señor he hecho cosas en mi ciudad y he sido invisible. 

Cuando pasaba para ir a desayunar al bar con  mi compañera, la fea, por una oficina de piso bajo con cristales de espejo para que no se vea el interior, nos gustaba saludar como las reinas, o hacer que nos estamos quitando un grano, o peinarnos, así un montón de tonterías. 

A veces con la casquera pasábamos y no hacíamos nada pero a la vuelta siempre cumplíamos nuestro ritual.

Imaginábamos a aquellos oficinistas apagados y aburridos, esperando ese momento durante toda la mañana, que les arrancábamos unas risas y eso nos hacía felices a nosotras.

He jugado al fútbol con un equipo de niños a los que les presenté el reto de hacerlo sin mover las piernas, para que se pusieran en el lugar de otras personas. Hacíamos la celebración del gol rodando por el césped.

He bajado en parapente en cole los días de viento.

He cruzado el paso de peatones en posición de hombre verde tras esperar a que cambiara el semáforo, en posición de hombre rojo.
El espejo en los grandes almacenes.

¡Tantas y tantas cosas!

Cosas que se hacen si se tiene muy poca vergüenza y sobre todo si uno es invisible.

Pero últimamente, me está ocurriendo algo, que me hace caminar con más pudor. Yo pienso seguir siendo la misma, pero esto me condiciona un poco, pienso que ya no soy invisible totalmente. Ya no soy transparente como quería ser mi Manu para robar en Simago.

Ya me ven más ojos de los que yo puedo ver.

De todas maneras si me cabreo con mis niñas porque llevo tres horas de compras y solo traen una camiseta que no les convence del todo porque “EN JAÉN NO HAY NA”, pienso seguir tirando la ropa al contenedor y diciéndole lo que me apetezca, siempre que sea con educación y a grito pelado. 

Si tengo que decir que los voy a abandonar que ya tengo los papeles preparados porque se me han perdido en una manifestación de esas de Semana Santa que hay mucha gente, pues se lo digo aunque me miren los cristianos presentes.

Pienso salir con la ropa de la obra a comprar el pan por el Pilar del Arrabalejo, con los pelos blancos de yeso y las chanclas rojas con puntitos blancos y los dedos con pegotes de pintura.

Pienso seguir bajando sin maquillaje, aunque cada día estoy más vieja y es más deprimente verme, a tomar una cerveza en chándal por el barrio. Que ¿es el centro? Pues que la gente de los barrios no se arregle tanto para venir aquí, que luego allí abajo bien que salían con la bata y las zapatillas a comprar el pan, que me he criado en el “Polígamo”.

Visible o invisible, voy a hacer lo mismo.

VERSIÓN REAL DE MIS ADENTROS.

Me acojona que la gente me conozca, que me paren en la feria y me digan:

-           ¿Eres tú?

Que me vean en mi curro y digan:

- ¿Tú qué haces aquí? Me he quedado descolocado, no me esperaba ver aquí a la Lengua.

¡Yo que culpa tengo!¡Veinticinco años llevo currando en el mismo lugar!

Sé que este pueblo es muy pequeño y todos somos invisibles hasta que dejas de serlo, todos conocíamos a la Chola, El Olmo, Piturda, Rafael el de la plaza…

Si me ves por la calle te pido que disimules, que te hagas el loco, que me sigas el rollo como hacemos con los niños cuando nos dicen que se han puesto la capa de la invisibilidad, en realidad soy más tímida de lo que aparento.

No me digas nada y si quieres hablamos por Face,  que yo siempre contesto y si nos hacemos amigos nos tomamos unas cañas, como hice con KEOSDENMORCILLA. Hoy mismo hablamos un ratico con él, que panzón de reír recordándolo. Terminamos a las dos de la mañana buscando un bar abierto porque se meaba y tenía que ir a su pueblo. Coño KEOS, que te saques la chorra en la carretera la próxima vez, que no tienes recursos.


Yo creo que en el fondo, no quería irse.  

LVM

martes, 24 de mayo de 2016

JUSTICIA

No se puede ser buena para todo el mundo. En ocasione pienso que soy demasiado dura, drástica y radical, otras que me toman por el pito de un sereno, por lo blanda que soy.

Lo que si sé con total certeza y rotundidad, es que no se puede ser buena para todo el mundo, no se puede ser dulce y educada con todo el mundo, no puede haber paz y amor para todos, es necesario el odio y el desprecio, son sentimientos  tan necesarios como el amor y la solidaridad, sin ellos, no se puede hacer justicia.

No sería justo que yo tratara lo mismo a una persona buena que a una mala. No soy capaz de tratar con educación a un borde, necesito gritar, necesito maldecir, insultar, ser una barriobajera.

¡Qué sería de mí si no pudiera explotar!


Si que exploto, cometo injusticias, me equivoco y además pienso que llevo razón, soy como puede comprobar cualquiera que se me acerque, una humana cargada de leyes inventadas que cumple fielmente. 

LVM 

domingo, 15 de mayo de 2016

BARRANCOS

-          Bueno Mona – me dijo – lo que tú digas, que para eso eres el macho de esta manada de Barrancos, por los cojones lo digo. Que tenemos plan de huida pero si tú lo ordenas entran en acción las tropas.

Siempre fui el eje, el cerebro de la operación, la astucia y la fuerza bruta. Para que andar con chominás si es la verdad, si es que se me ocurren las ideas más fáciles para solucionar las cosas más imposibles.

No tengo ni idea de para donde voy a girar en cada momento y tengo que organizar a los Barrancos cuando la cosa se pone fea, para que no piensen y me sigan.

Recuerdo cuando mi madre trabajaba por horas fregando, que siendo la más chica, me tocaba a mí organizar la casa los sábados que no teníamos cole. 

Era la más pequeña, pero era mujer. 

Me encerraba con las llaves de casa en el baño,  después de echar el cerrojo. Hasta que no me hacían las camas y organizaban su cuarto no los dejaba salir.

-          Mona, que ya lo hemos hecho – decían.
-          No ha dado tiempo.
-          Mona de verdad.
-          No, lo leo en vuestra voz.

Es que mi madre nos decía que leía en nuestros ojos las mentiras, y yo por el tono de voz, de verdad que sabía cuándo me mentían los mellizos y si habían hecho las camas o no, aunque estuviera encerrada detrás de aquella puerta.

Es que eran muy chicos y transparentes para mí a pesar de tener un año más que yo.

De este modo desde pequeños, aprendieron a seguir mis órdenes, me llevé muchos puñetazos de esos que dejan sin respiración, me escondí muchas veces para que no me pillaran, escondía las llaves me dejaba capturar aunque sabía que me someterían a graves castigos y torturas para sacarme la información. 

Eran dos, pero no tenían secretos para mí, yo estaba entrenada para resistir. 

Pronto aprendieron a saltarse por el balcón de Lola, la vecina del primero, que puso un cierre y claro, se lo puso a huevo. Entonces tuve que inventar nuevas estrategias para conseguir que me obedecieran, poco a poco, como se doma a un mustang, comprendían que perdían mucho más tiempo atizándome a mí, que haciendo las camas.

Cuando uno consigue sobrevivir a todo esto, nadie puede contigo. 

Sabes que las hostias solo duelen, que nadie muere de un puñetazo aunque creas que no puedes respirar y has sufrido una parada cardio-respiratoria después de uno de ellos, sobre todo los de “LA GUAPA” que tenía mucha mala leche , la cabeza muy gorda, y cuando se mordía la lengua y venía pa ti, tenías que ser muy valiente para permanecer en tu posición dignamente.

Ahora, me alegro, porque no hay forma de que nadie se resquebraje en los momentos malos, si yo doy la orden, todo el mundo se relaja y hasta los disfruta.

Los momentos buenos y las celebraciones con los amigos, cada uno con los suyos, no es necesario ser besucones, no necesitamos demostrarnos el amor en directo, ni con público, nosotros, los Barrancos, lo hacemos solo cuando es necesario, mordiendo la lengua, amenazando con un puñetazo, o arrancando cebolletas de la huerta de mi Pápa, que ya no puede.

LVM




sábado, 14 de mayo de 2016

ME CRISPO

Me enfurruño como una chiquilla chica. Quiero que cada segundo lo gastes conmigo y te echo de menos desde el minuto cero. Soplo y me enfado aunque sé que no te vas porque quieres, pero me emperro y me pongo poco razonable.

Y me enredo en mis pensamientos.

¿Cómo se va a quedar conmigo? si no soy para tanto, si no me peino, soy muy pesada, doy muchos besos y no sé cocinar. Si no me arreglo, si soy muy bruta..., si te alejas malpienso. 

Y te echo de menos cada momento, te pegaría un golpe por no estar, por faltarme este rato, por no preguntarme por todo como siempre haces, por no darte cuenta de nada, por no estar, por cabrearme desde el mismo momento en que te vas.  

Y me pregunto ¿Por qué hoy no lo vi? ¿Quién tiene la culpa? 

Lo mato. 

Mañana no quiero no tenerte a mi lado.

¡Uff! Soplo y me duele como si me cae agua hirviendo cocinando.

-          ¡No sé para que lo intento! - pienso.

Soplo y me enfado, y te espero.

Y cuando llegas disimulo y hago como que no me importa tu ausencia, y maldigo mi mala suerte, apretando los dientes, sonrío y te miro, espero que no me vuelva a ocurrir.

¡Qué montón de ganas de verte! ¡Pues tampoco eres tan bonico!


EL FUEGO DEL AMOR

La Nanci y el Lucas, esos si que estaban todo el día follando. 

¿Por qué? Porque los dirigían mujeres pequeñitas, niñas. Nosotras somos más románticas y ellos conducen mejor, no ves que solo jugaban con coches, salvando las excepciones que confirmaban la regla, al menos en mi infancia.

Yo le arranqué la cabeza al Lucas de tanto darle besos con lengua a la Nanci. Los despelotába, los hacía dormían juntos, comían, hablaban de sus cosas... 

No sabía muy bien que es lo que hacían entre las sábanas pero yo los refregaba, no tenían nada debajo de los pantalones que me diera pistas de qué es lo que se hacía después de los besos, pero yo sabía que tenían desnudarse, besarse y acostarse juntos. 

Pero la pasión era la misma, repetitiva, a máximo nivel.

En las relaciones humanas pasa eso, pero solo los primeros días, después poco a poco la realidad de la vida te va alejando de la pasión, no se puede mantener el nivel de la Nanci y el Lucas toda la vida.

Pronto aparecen los inconvenientes que no estaban allí cuando el fuego del amor era intenso.

¿Qué hay que hacer para mantener el fuego del amor?

Casarse.

No, no, no, es broma, todo lo contrario, relajar la cuerda, obrar en libertad, ir, venir, actuar y provocar al otro.

La inseguridad es fantástica, pero también es un problema para poder hacer planes de futuro. 

La libertad es maravillosa, pero desorienta un poco.


En definitiva el fuego del amor ha de ser alimentado, con lujuria y muchas risas, y algún que otro palmetazo en el culo, para despertar a los que se están durmiendo en los laureles. 

LVM

viernes, 13 de mayo de 2016

EL MATRIMONIO

Ningún papel puede conmigo.

Firmado por dos testigos, el novio y yo, además del Papa de Roma, no pudo conmigo.  

Yo creo en el matrimonio, pero ni que me hicieran firmar un paquete DIN A4 podría hacer que yo dejara de ser libre.

Ni quinientos mil invitados, menos quinientos o mil, testigos de mi boda, en pantallas gigantes, podrían hacer que yo me quedara hasta la muerte con un hombre.

Ni todos los prejuicios del mundo, ni todas las buenas apariencias, ni el Pato Donald ni Pluto en persona podrían hacer que yo permaneciera al lado de un hombre en la salud o en la enfermedad, en la riqueza o en la pobreza, ni mucho menos, todos los días de mi vida, que al menos los viernes tendría que quedar con la Fea para ponerlo verde.

Es cierto:

Yo creo en el matrimonio, y si es por la iglesia mejor.

Que mayor sacrilegio que yo me case por la iglesia, la próxima vez elegiré otra religión porque la Católica no me lo permite, pero me voy a casar, eso es cierto rotundamente.

¿Por qué me caso?

Porque siempre me gustó hacer todo lo que social-mente estaba mal visto  
¿Qué es lo que está mal visto en mi entorno social? 

Tener muchos hijos, casarme, mucho más después de un matrimonio,  montar un árbol en Navidad, regalar flores, decir te quiero, besuquear, ser débil…

Con esto quiero advertir a mis futuros maridos, porque yo no digo que me case solo con un hombre, que si ellos lo permiten, volveré a escandalizar y a rizar el rizo, y me casaré una y otra vez con los hombres de los de los que me enamore, siempre que me lo permita la ley del país donde resida.

Debo advertir a todo bicho viviente, que, si se descuida, me caso con él, y si no quiere, con otro bicho viviente.

Y es que me pasa que para yo tener la excusa para hacer mi nido con un hombre, necesito el matrimonio.  Aún me quedan cuatro años y diez meses, exactamente cuándo den las doce, para poder considerar que mis pollitos pueden ser lanzados al vacío fuera de mi nido, una vez transcurrido este tiempo, yo volveré a casarme.

O no.

Volveré a casarme hasta vieja viejísima, porque me encantará casarme de vieja, con noventa años, con todos los nietos cerca, de blanco y sin sujetador, para que se marquen los pezones y que mis tetas me lleguen a la cintura  que si no, no es lo suficientemente escandaloso.

Si es con el mismo marido o los mismos maridos  pues perfecto, serán las bodas de plata, pero si son distintos pues mejor porque será más escandaloso todavía.

En mi primera boda fui andando, porque era lo que peor visto, esta vez con limusina para hacer gasto y ser consumista, que es lo que siempre nos echan en cara a los comunistas. Nosotros no podemos ni tener coche, como es mi caso, pero no por comunista, por matada.


Y al afortunado lo quiero ver feliz ese día, loco perdido, palmeándome el culo delante de todos los invitados, vestido de Elvis o de  Dark Vader.

Si te digo la verdad, me da exactamente igual, es mi vida tan placentera y bonica que no creo que nada en el mundo puede hoy alterar mi tranquilidad, mejor no me caso. 

LVM

martes, 10 de mayo de 2016

Perdóname Nadia

Perdóname Nadia, pero no quiero decepcionarte. 

Yo te invito a un café egoístamente, porque pienso que algo se me pegará de  tu energía positiva, pero estoy cansada ya.

Para luchar hay que ser joven, no tener la información que yo tengo, no conocer a todos los personajes que yo conozco. Me repelen, salgo corriendo literalmente de los sitios, no tengo fuerzas para echarlos, ellos, son los vencedores.

Estos ojos vieron mucho y estas orejas recogieron muchas vibraciones para estos tímpanos. Todo acumulado en mis sesos hace que no pueda salir de allí ninguna idea nueva.

Estoy cansada de hacer el ridículo, yo sé cómo me ven, siempre me mirar con ojos de cuerdos, yo siempre fui consciente de mi locura. 

Dime sincéramente que coño hizo Don Quijote, sino hacer el puñetero ridículo y conseguir que se rieran de él. Bueno, aún no he terminado de leer su historia, de momento es lo que pienso, yo me bajo de Rocinante, ya no embisto más molinos de viento. 

Ya no lucho, el enemigo es fuerte y me resigno.

Yo comparto un café contigo y unas pastas que me trajo ayer Jandro de Asturias, bueno, de la mancha que es donde las compró, que como sus palmeras gigantes no hay otras.

Mejor para ti, si las trae no pruebas bocado.

Yo intento arrancar algún resto de mis experiencias, algunas de mis locas ideas de juventud, de esas que solo producen cerebros que aún piensan que se puede cambiar el mundo.

Todos los cuarentones dirán: ¡ni que fueras una vieja!

Solo soy cuarentona, suficiente para estar cansada si se lucha desde niña. ¿Lucharon los cuarentones del pasado? No, se dejaron llevar por los jóvenes.

Ayudar a empezar algo y que vosotros sigáis adelante, no me importa, pero no me pidas que permanezca, la política me agota.

Estoy muy contenta e ilusionada porque parece que nuestros jóvenes por fin se pusieron de acuerdo, van a ser un poco más inteligentes y unirán fuerzas.

No me importa votar a algunos de los personajes que te nombré antes, ellos se mantienen fuertes, son para la gente, un referente.

El ejemplo a seguir. 

No quiero ser referente de nadie, ya no creo en la lucha Nadia, pienso sinceramente que solo puedo ayudar directamente al que tenga cerca, en este caso a ti, pero yo ya no puedo en cambiar el futuro de un pueblo, confío en ti para que lo hagas por mí.


Necesito querida Nadia, que jóvenes como tú me arrastren, porque estoy cansada de pelear y necesito de tu fuerza. Pero yo te ayudo, te daré alguna idea, entre mis medallas guardo algunos logros, algunos muy gordos, otros que parece van a lograrse pronto, pero en todo ellos soy y seré, un ser insignificante que creyó haber hecho algo por cambiar las cosas, pero que solo fue un zumbido en la oreja de algún poderoso. 

sábado, 7 de mayo de 2016

DEL MONTÓN

¿Qué me diferencia?

No soy la más guapa, no soy la más lista, ni mucho menos la que mejor dice las cosas, tampoco la que mejor las escribe… nada de eso, todo el mundo me adelanta, me mejora y me hace  morder el barro,  lo que me distingue de los demás es que soy la más normal y me gusta, la más cercana, la del montón, en eso no me gana nadie, de verdad verdad.

Para ser del montón hay que creérselo. 

No voy pecar de falsa modestia, que va, yo sé que soy peculiar, muy currante, que soluciono problemas a brazaos y que hago cosas fantásticas,  consigo mucha pasta gitaneando, habitualmente para otros, aunque algo pillaré de refilón...  pero cuando aparco todo eso, que está muy bien, un aplauso para mí, cuando lo aparco todo, soy del montón.

No tengo una cultura musical extensa, no tengo memoria para nombrar libros ni películas ni actores famosos… No leo, mira que lo intento, pero no leo ni por obligación. No cocino nada bien, si limpio es lo que ve la suegra, no me arreglo, no tengo una figura espectacular, no tengo nada en mi persona de admirar, soy del montón, de verdad que te lo digo.

Suelo decepcionar cuando se me conoce, porque claro, cuando se ven las cosas que hago así a parte de mi persona, parece que soy algo fuera de serie, pero cuando se me conoce, pues la verdad, la gente piensa:

-          ¡Si es del montón! ¿Dónde voy yo con esto?

He pensado en actuar como si fuera una persona introvertida, para darle más misterio; cuando me pregunten por un tema responder con palabras absurdas y sinsentido para parecer interesante, pero que va, no puedo, al final termino hablando como hacemos la gente del montón y se cosca todo el mundo de que en el fondo soy más simple que el mecanismo un chupete.

Como yo hay un montón de mujeres del montón que crían solas a sus hijos, que tienen una agenda infernal que no paran de currar mientras estén despiertas, que de vez en cuando le ataca la vena suicida y el deseo de descansar en paz supera al de la supervivencia.  

No nos quitamos de en medio porque somos muy miedicas y duele. 

Que yo no digo que no tenga suerte, que tengo mucha y de la buena. Que mi casa es cada vez más grande, que cada día vive más gente dentro, que cabe todo el mundo aunque algunos no puedan entrar por la alergia a mi gato.

Que todo lo que pienso lo consigo a base de cabezonería.

Que cada día tengo más ruedas metidas en el campo, que poco a poco le voy dando forma a ese proyecto.

Que ya llevo dos libros y estoy liada con el siguiente. No temáis, al menos me queda un año o dos para que salga a la luz, porque marranadas ya no escribo, a no ser que sean gratis.

Hoy estoy pesimista, hoy se apoderó de mí la realidad,  hoy no quiero ser princesa, hoy no soy la reina aunque quiera, hoy me veo y veo a mi gato que también es del montón, y me miro y pienso:


-          ¿Dónde vas “JAMIA” con la marcha que me llevas?

lunes, 2 de mayo de 2016

VISIONARIA

En ocasiones visualizo cosas. Soy visionaria de mi propio futuro, pero no porque tenga una bola de cristal, lo que tengo es más cabeza que un mulo blanco.

 ¡Qué le voy a hacer! Soy positiva.

Visualizo cosas que quiero que ocurran y al final, tarde o temprano ocurren. Una vez que suceden me quedo tranquila, como ahora que ya he escrito el libro de Miguel y va por el mudo viajando, el protagonista  y el libro. Tengo un pedido para entregar  el martes, otros pocos que ya me han dicho que ya se verá cuando los entrego porque son de aquí y dos pendientes para Alemania, pero es que hasta que no lleguen los que mandé a Italia y a México, no me fío. 

Ya bajó el ritmo, menos mal, va rodando solo como rueda de molino, ya lo dejé ahí haciéndose a fuego lento solo que si no, no me da tiempo a hacer otras cosas.

Como ese tema no requiere mi atención, me centro en visualizar otras cosas. No puedo visualizar muchas al mismo tiempo porque me pongo loca y empiezo a desgañitare con los ojos vueltos y la cara desencajada.

No, mejor una cosa cumplida y otra y otra, y así sucesivamente. Por ejemplo visualicé esta casa donde vivo, después la división que tiene actualmente, por eso pude visualizar a Blanca en Barcelona, a José Antonio en Úbeda, ahora visualizo los carnets de conducir de mis hijos, después me voy y visualizo la granja, después visualizo que se vende el piso de Nela… por cierto, voy a ver si han puesto el cartel.

Voy visualizando y moviendo mis manitas de aquí para allá, que eso me hace tener el cuerpo que tengo que el otro día apretaba el culo a ver si me salía piel de naranja y nada, ni un poco. Mira que yo he tenido eso de joven, pues se ve que ahora estoy consumía.

Los brazos que tengo de camionera no dejan que cuelguen las carnes, antes de que suba el puño me sale una bola que da miedo. 

Ahora bien, el culo gordo no hay quien me lo quite, eso es de nacimiento, yo creo que a mi madre le costó más echar mi culo que los hombros.

Bueno en fin, planes para hoy muchos, todos de trabajo, se fue mi chico  que es con el que  me gusta perder el tiempo. Estoy descansada a pesar de que mis hijos no me dejan ni a sol ni a sombra, a una la tengo en la cama y al otro lado el Blum, el gato más bueno del mundo.

Aquí estoy escribiendo, que sé escribir hasta subida en un pincho, lo que sé escribir, que por otro lado no son nada más que tonterías que pongo aquí seguidas pero que me hacen centrarme en lo que tengo por delate.

Hoy tengo que leer una cosa del Marido de la Portera,  tengo que hacer una visita larga a un enfermo, tengo que poner lavadoras, guardar la ropa de extremo invierno y quiero, que no tengo, quiero tomarme en serio lo de la música y escribir mi próximo cuento.

Ah!  y que no se me olvide la comida de mañana, que estoy aprendiendo a cocinar, ayer se me olvidó el limón, o me paso o no me acuerdo.  Pero me dieron un aplauso, eso sin pedirlo, la Reina ayer se puso contenta con la cocina.

¿Y eso?

Me visualizo en otra ciudad cocinando. 

A veces visualizo cosas que no comprendo.


Visualizo a SERDEVARA…. Hasta ahí puedo escribir.

LVM