He intentado buscar algo que ver en la tele, para dormir.
Las noticias dan asco: los presidentes pactando cuantos mueren, cuantos no, que revientan, que respetan, hay tregua o muerte, y se atreven a sonreír ante las cámaras, a actuar con su narcisismo asesino.
Los menores que vienen en patera, como los reparten, hacen sus discursos que han ensayado antes, ¿no se ven? No me imagino los que ya han cumplido los dieciocho.
¿Alguien se pregunta sinceramente porqué, nunca quiero participar en ese circo?
Que ahora sobra agua, que hay que ponerle parafina a las plantaciones para que no se congelen, queda bonito en la tele esas flores rosas de melocotón con sus estufas, como las de las terrazas de los bares.
¡Lógico!
Me rindo no puedo dormir.
Y aquí estoy viendo supervivientes, a ver si caigo.
Le están haciendo un homenaje a los padres que están en la isla pasando hambre en la tele, lloran mucho, son buenas personas.
Yo no lloro, Broto.
No soy para nada una buena persona, solo con algunas personas, solo algunos días, solo cuando puedo, solo cuando debo, el resto del tiempo habitualmente soy mala.
Lo peor de todo, es que no puedo ser de otra manera, y no suelo arrepentirme nunca de lo que hago, no sé volver hacia atrás, y no quiero, ojalá pudiera volver en cada momento de mi vida al momento en que me equivoqué, pero es que no sé cuándo me equivoco, siempre pienso que pasa por algo, y que hay que seguir equivocándose.
Una peli de Navidad, no falla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario