¿Sabes qué pasa? Que estoy cansada de relaciones complicadas
dignas de un guión de serie adolescente. Me encantaría una relación sencilla,
con un personaje complicado.
Eso es prácticamente imposible. No me atraen los
simples. Una vez conocí a una persona sencilla de mente y me quedaba mirando al
techo después de echar un polvo.
RELACIÓN SENCILLA: chico complicado conoce a chica
complicada, se aceptan como son, no tratan de rectificar la conducta de
ninguno, se miman, se llaman, se besan y se aman. FIN.
PERSONAJE COMPLICADO: No es necesario que tengas siete
carreras para ser una persona complicada de mente, todo lo contrario, con que
alguna vez te hayas despertado en mitad de la noche para crear, ya me vale.
Ayer estaba ansiosa. Hace tiempo que no tengo sexo, eso
puede ser también la causa, pero sobre todo fueron causas naturales.
¿No voy a
estar ansiosa? Me han parado de golpe. No puedo hacer nada. Menos mal que tengo
el libro de nuestro querido Miguel que puedo hacerlo en mis circunstancias
actuales.
Bueno, pues pensé:
-
Quizá esta ansiedad se me quitara si tuviera a
un hombre a mi lado que en este momento me echara un polvazo impresionante.
Pero luego me dije:
-
¿Y qué hago yo con los niños, los gatos, el
conejo, el pájaro Piticli y las demás cosas que esperan por mí a que termine de
lo que estoy haciendo para que las atienda ?
Si, tengo un conejo, si, si, también tengo un conejo. No he
querido presentarlo porque se lo llevan en breve, pero joder, que sigue aquí
Jito, el conejito, y eso es malo, malo, malo.
Voy a hacer una casa de conejitos en el campo, pero aún no tengo tiempo.
Bueno, a todo esto lo que quiero contar es que, como no es
posible quitarme la ansiedad que genera mi falta de actividad física motivada
por asuntos familiares que solo yo puedo resolver, y tampoco quitármela con sexo desenfrenado
con un hombre complicado en una relación sencilla, pues solo me quedó tocar el
contrabajo cuando llegué a casa.
No sé que tiene la música, eso que la pieza era “todos los
patitos se fueron a nadar” pero a mí me quitó la ansiedad que yo pensaba que
era falta de sexo fundamentalmente.
Es que ¡madre mía! a las fechas que estamos ya de dos mil dieciséis ¡ mira que empecé mal el año!
LVM
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