A este lo llamaré mi quinto parto aunque en realidad sería el tercero, que dicen que es el peor.
Lo bueno es que se arregla en el quirófano y es un aprendizaje.
Tus hijos estarán pendientes, tus amigos también, pero realmente en estos momentos es donde uno se da cuenta que parir tiene que parir una sola, y que tienes que ser tú la persona favorita, tú la persona a la que más cuides, y no esperar nada de nadie nada más que de ti, lo demás es un aderezo.
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