sábado, 22 de noviembre de 2014

SE FUE

Otra noche que no puedo dormir. Estoy mal, no puedo olvidarle.
Sobre la cama, en posición fetal, lloro como un bebe. ¿Qué voy a hacer?

Abro la mesilla buscando pañuelos y me encuentro su lubricante.

¡ A buenas horas, ya no tienes nada que lubricar tú!

Tengo el frasco entre mis manos, lo abro. Pongo un poco en la punta de mis dedos, lo huelo. 

Recordando viejos tiempos.

¡Qué bien nos lo pasábamos juntos, cuántas cosas, cuántas!

Recuerdo su pelo, recuerdo su piel, recuerdo sobre todo su sonrisa,  sus tonterías, sus bromas. Recuerdo el cariño con que trataba a todo el mundo. A todo el mundo no, a todos menos a mí. A mí no, conmigo, era diferente. Estaba ya establecido que me quería, no tenía que demostrarlo.

No le culpo ni le echo en cara, yo hacía lo mismo. Tantos años juntos que nos creíamos un valor seguro, para los dos y mira hoy, no está.

Se fue.

Sigo jugando con del lubricante mientras pienso y recuerdo todo. Sale un poco entre mis dedos, mis manos se escurren con la crema, un poco más.


Se llena mi mano entera, luego la otra, ahora ¿cómo me limpio?

Bueno, intentaré dormir.

Esta es mi posición más cómoda.

Venga ya estoy, así, como un bebe en el vientre de su madre, en su vientre.


No puedo, no puedo dormir, lo pienso y me excito. Pienso en nuestras noches y en nuestras siestas,  me excita pensar. Cuando cocinaba o cuando gritaba a los niños, todo me excita.

***

Su cuerpo, comienza a reaccionar al recuerdo y se enciende su calor. Esta noche, intentará recordar, una de sus noches.

Intentará soñar.


Mete su mano por el pantalón del pijama, directamente, no puede tener preámbulos, así es el sexo unipersonal.


Aprieta con rabia su sexo, llora, recuerda y continua...


La posición no es correcta para el amor, si para dormir, no para eso. Pone su almohada bajo su pecho, boca abajo, su cabeza reposa sobre el colchón, un cojín, para ayudar a subir su vientre, un poco más, ha de cubrir el hueco que dejó.

¡Cuántos huecos dejaste en mi vida, amor!

Sus manos, imitan a su sexo, el que recuerda.

Se toca con rabia en silencio mientras embiste contra la cama. Llegó a sentirse acompañado por ella, notaba su presencia en la habitación, su olor.

***

Recuerdo aquello que ella me hacía, que apretaba con fuerza su sexo para impedir mi acceso a su templo. Si, tantas cosas, recuerdo.

Boca abajo, esta noche, la recuerdo. Intento que mis manos no sean parte de mi cuerpo, intento que mi mente pueda abstraerse tanto, que la imagine a ella. No a esta almohada fría, no a este maldito colchón

Ella era todo para mí. Yo se que también lo era para ella, lo se. 

Pero a veces, uno lo tiene todo y busca algo más.


Y buscando, me encontró ella a mí.

LVM




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