Ahora sé ver a través de sus ojos, será porque estoy más
cuerda que nunca o porque por fin me pongo las gafas, levanto la mirada hacia el
pasado y me visualizo narrando cualquiera de mis “hazañas” a las personas que
me rodeaban.
Observo su escepticismo, su supuesta preocupación por mí en los
corrillos del pueblo, sin duda han cuestionado todo lo que he dicho que iba a hacer y lo que
hice.
Estoy metida en un lío muy gordo, me lo estoy pasando en
grande, de ésta mato o muero. A piñón
como siempre que hago cualquier cosa, metiendo la pata mucho, solo aprendo con
la experiencia, funcionando por instinto, con firmeza y si al
final me agoto descansaré y volveré a nacer en el mismo cuerpo con otro proyecto, otra vida nueva de
las mías.
Así cada día muero un poco, satisfecha de las cosas que me pasaron
ante la mirada cobarde de los que no hacen nada divertido en su vida, salvo llevar
la de los demás.
Tengo al compañero perfecto, ha sentido lo mismo que yo toda
la vida, lo miraron con escepticismo, lo
criticaron, lo intentaron domar y ahí sigue igual de mustang, solo se deja montar por mí y en horizontal.
Cada día estoy más lejos de las personas, seguramente si
Dios existe estará por aquí. Me gusta sentirme así, lejos, desde aquí nadie me
frena. Una persona no valora su vida hasta que mira atrás y cuenta con los
dedos de sus manos cuantas cosas hizo que dijeron que no haría, cuantos
proyectos salieron de los tantos que esta masa viscosa llamada “sociedad” amarra y frena.
Pienso seguir escandalizando, continuar sorprendiendo y seguir viviendo mientras esté viva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario