Líbranos señor de los cuerdos,
de los razonables,
los evaluadores,
libérame de sus ojos sentenciadores,
líbrame de todas las cadenas
libérame si puedes
yo no puedo
me rindo
vegeto.
No puedo convencer a un ejército de cuerdos
agotada de enseñar mi alma a cada momento,
en cada movimiento, para convencerlos.
No voy a mentir,
la verdad se acerca a la locura
no soy como ellos, no soy cuerdo
soy diferente, así me siento
ni soy loca ni cuerdo
mestiza, así me hicieron
ni animal ni persona
ni niña ni vieja
soy una mestiza currando
día y noche sin descanso
sin mirar si es de hombre
o de mujer este trabajo.
Si fueras inquisidora, yo volaría en mi escoba.
¡SOY INOCENTE, SOLO ESCRIBO!
¡ SOY INOCENTE SOLO GRITO!
Soy pacífica, no miento
pero quieren protegerme de mí
todos menos yo, yo no me temo.
Sigo mi camino, con mis niños de la mano,
los amamanto, los guío, los quiero, los protejo,
pero no de mí, soy inofensiva
aunque ofenda con la palabra y la verdad.
Esos cuerdos viejos
piensan que a su modo
me cambiarán en todo
yo navegaría en su lodo
y me fundiría por dentro
sirviéndoles de alimento
como buen petróleo.
Así sea.
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