A ver, recapitulemos:
- ¿He perdido el tiempo? No.
-¿Qué pasa si no vuelvo a trabajar? Será por cuenta ajena
claro porque, ¡la panzá que me estoy metiendo por mi cuenta!
- ¿He cometido errores? Claro.
-¿He hecho cosas que no han servido para nada? La mitad.
Solo tengo que ver, que la otra mitad son más cosas que las
que han hecho muchos en toda su vida. Que los errores que son cientos pero los
voy reconociendo y que al menos, no he perdido el tiempo.
Que mi lista de pendientes tiene ya muchas tachaduras, que
no la paso ni a limpio por no perder el tiempo en tonterías. Que las cosas que
están hechas, ya nadie hay que las deshaga. Y que si al final de todo esto, la
vida me depara tristeza, yo me hago un saco con ella, la lleno de broza del campo
y me acuesto en lo alto.
Da igual lo que seas, lo que estudiaras, cual fuera tu trabajo
antes de esta crisis, la falta de ingresos nos unifica. Es importante en estas
circunstancias adaptarse. Solo sobreviven los que no tienen pudor de cambiar,
los que no solo están dispuestos a lo que sea sino que además son felices con
eso.
Yo sería feliz de reponedora en una gran superficie, con mi mono
azul y mi toro, moviendo el culo
provocando. Seguro que me lo pongo ceñido, que me gusta a mi ser la Lengua esté
donde esté.
Y no es broma, yo soy más feliz haciendo que diciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario