lunes, 14 de mayo de 2018

LO TENGO CLARO


Esto es lo que quiero. 

Comprendo que haya personas que no se sienten realizadas si no hacen cosas que nadie más pueda hacer, comprendo la adrenalina que puede tener una persona que hace deportes de riesgo, escalada, barraquismo ... el bienestar de la gente que viaja, los que consumen su tiempo en cualquier afición, sea la que sea, los apoyo y disfruto con sus hazañas, de verdad las comparto y me encanta que la gente haga esas cosas para ellos mismos y nadie más, que invierta su tiempo en lo que consideran lo mejor para ellos y el resto del mundo mundial no les interesa.

Tengo claro que hoy por hoy invierto todos mis minutos en las cosas que quiero hacer aunque para otros sea trabajar y más trabajar, y en algunos casos hacer el tonto porque no es para mí. 

De este fin de semana, puedo recordar cuatro horas al sol con una azada, recuperando la charca de mi cerda, también quitar hierbas, también subir al Castillo, también un pedazo de masajito y por supuesto, que no falte el sexo. 

Soy así de básica, lo siento. Me gusta cuando el cansancio no me permite hacer otra cosa que leer música, intentar aporrear el piano, e incluso leer una pocas letras del libro que me mandó mi Paco, que me hace dormir a los treinta segundos.  

Estoy haciendo una bomba para luchar por mi barrio, una estrella de mar para abrigar a mi bebé, tres alfombras a la vez, un par de rodilleras, un pantalón de trabajo... y estoy deseando empezar una nueva obra.

He descubierto que todo lo que hago lo hago por hacerlo, que ya no tengo metas que conseguir, que no sé qué será de mi granja, de mi cerda y de mis hijos. Sigo haciendo lo que tengo clarísimo, solo por gusto, sin ningún propósito de futuro y sin poder evitarlo.

Solo quiero tumbar los días sin tener sensación de pérdida de tiempo.

No dejo pasar ni una, soy intransigente y repetitiva, o sea, obsesiva, o vete tú a saber, algo peor. No me canso, soy un demonio que ha enviado Dios a la tierra para hacer que las cosas sean como deben ser según mi criterio. La única forma de no hacer lo que yo diga es no estar cerca de mí, porque a la vez que aspiro a la libertad absoluta de los que me rodean, insisto de forma persistente en lo le que quiero y me hace feliz.

Como me quieren mucho, todos me quieren hacer feliz. Si analizas lo que pido, soy feliz con tan poco que es sencillo hacerme feliz. 

Quiero salud, trabajo, educación y libertad para todos los que me toquen, y un techo. Para eso todos tienen que poner de su parte, yo se lo recuerdo cada día,  que la naturaleza ya es bastante puñetera y cuando dice que aquí está ella, no hay quien la frene y te lleva directamente a criar malvas. 

El techo lo pongo yo. 

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