martes, 1 de febrero de 2022

CORAZÓN ANUDADO

Tengo el corazón hecho un nudo.

Esto es verdad física y demostrable que quizá tenga que ver con mi sangre o con mi propio mecanismo de defensa.

Cierto es que estuve ayer en el hematólogo en este caso hematóloga, muestra de ello el justificante que entregué para poder faltar a clase. 

Tengo una curiosa anomalía en mi sangre pero que no reporta ningún peligro,  más bien es una mejora.

Tiene que ver con el tiempo de respuesta de mi sangre ante una  herida abierta. 

Otro ejemplar de mi especie responde a la pérdida de plasma en un tiempo de respuesta mucho mayor del que responde mi organismo. 

Nos reímos y todo porque le dije, que yo lo veía normal, después de tantas navajás que me dió la vida. 

Ella me dijo que mientras yo me encontrará bien no pensaba hacerme ningún otro examen, porque le parece algo más bien estupendo para un ser ser vivo y su supervivencia. 

Que le dije yo ante esa pregunta frecuente y recurrente, lo que digo siempre:

-  ... pues bien. 

Obviamos los detalles que pudieran iniciar una conversación muy larga, tenía que volver a clase y hablo mucho,  por eso en ocasiones mejor me callo.

Soy Robocock, que más se puede pedir. Me pegas siete puñaladas traperas y tardo cero coma, como dice mi hija y la hematóloga,  en no saber ni dónde las tenía. 

Vuelvo a decir o recuerdo,  aquel verso que tengo por ahí en el blog:

... mi poder del olvido maldito, 

el poder del olvido es mi dueño

Moraleja: Cuando uno hace las cosas, no las piensa, pero tiene que asumir sus consecuencias.

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