Voy por la calle y cada día veo colores y acentos distintos en las personas que viven en mi ciudad.
La chica del café, extremeña, compañera de módulo, otros del otro lado del charco, de colores y tamaños diferentes, como mis vecinos, que de siempre hemos sido así.
Se extiende como el lodo el mestizaje, gracias a dios. Tenemos que cuidar para que esto valla a más, para que deje de ser curioso y pase a ser habitual.
Para ello, hay que mimar a los desarraigados, todos lo hemos sido en algún momento, a no ser que que nunca hayas salido de tu ciudad, la mejor del mundo, mi ciudad, mi ciudad, la mejor sin comparar.
Salir, vivir y volver.
Se vuelve por las personas, no es la tierra. Todas las tierras tienen más o menos un río cerca, una montaña fresquita para echar unos litros, un campo para una lumbre en invierno.
Las personas que habitamos una tierra, somos las que tenemos que acoger a los desarraigados, y nosotras ya nos sustentamos con nuestros seres queridos, tenemos la suerte de tenerlos cerca.
Todo lo demás, es racismo, clasismo o como quieras llamarlo, yo soy bastante racista todavía, digo como decía mi Alonso, 25 % gitano, lo demás "payiyo", pues igual, nadie es puro, yo también soy racista, pero intento mejorar cada día.
Cuando no has tenido el agua al cuello nunca, cuando todo te lo han dado desde tu nacimiento, cuando además tienes dinero para invertir en opiáceos, cuando no vas a ser capaz de generar ni un euro, solo transmitir tus propiedades recibidas por generaciones, no soportas que los "zarrapastrosos" te superen.
Si le sumas que los zarrapastrosos somos felices con pequeños logros, tenemos más hijos y os superamos en número y en ocasiones destacamos por méritos propios.
¿Qué pasa si uno de esos de colores, estudia algo que tú no eres capaz de estudiar?
¿Trabaja en un sitio que no es de los "permitidos"?
Que eso sin ser español, no debe ser. Es un payoponi, porque es más bajito, negro, oscuro, moro...
Tú que eres alto, blanco, adinerado, tienes un problema existencial, una insatisfacción insaciable.
Te falta amor, y eso no se puede comprar.
No eres capaz de lucir como lucen otros zarrapastrosos, y eso, solo te deja una alternativa, alejarte y señalar como lacra lo que es pura riqueza.
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