jueves, 12 de junio de 2014

RESIGNACIÓN PAISANOS

Me encanta que viajen, que conozcan otras tierras que se llenen con otras culturas, pero que sea por necesidad y a pasar fatigas me duele.

-        Esta ciudad es para nacer o morir, pero no para vivir mamá. Aquí no hay trabajo ¿no ves? Está llena de jubilados, niños y parados, si quieres vivir has de salir de aquí. Si quieres conocer gente distinta y abierta, no te puedes quedar aquí.

Vemos como nuestros hijos nos piden paso, y no hacemos nada. Es la ciudad de la resignación. No quiero que sigan aquí, donde ser diferente es malo. Yo no, no he sentado la cabeza ni lo haré. Cada vez que la gente me dice que estoy mejor, que me ven más calmada me encorajo. No quiero ser igual que todos, no quiero ser cómoda, no quiero que dejen de hablar de mí, mal por supuesto.  

Tengo un miedo enorme, pero voy a coger a mi pollito y lo voy a lanzar con fuerza para que vuele. No seré una madre como las demás, no lo pondré en las palmas de mi mano para que se decida despacio, lo cogeré con mi puño derecho, que es el que más fuerza tiene por diestra y lo lanzaré lo más alto que pueda para que le de tiempo a reaccionar y volar, aunque corra el riesgo de reventarse en el suelo si no lo hace.

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