lunes, 9 de junio de 2014

POLITIQUEANDO

Por mucho que mi hijo se ofenda cuando le digo que politiquea, está politiqueando ya.

Cambiará. No me imagino si sigue haciendo política como acabará. Espero que lo deje pronto, como el tabaco, espero que solo sea la ventolera natural de los jóvenes de cambiar el mundo, que le de pronto por otras cosas, por ejemplo, la música.

Porque no corren buenos tiempos, menos para sus ideas. Como madre que protege a su prole, solo quiero para él lo mejor. No tendrá padrino en la política, por lo tanto, no tiene futuro. No será capaz de comer de ella, no le sentará bien al estómago después de todos los ácidos que le obligué a tragar desde pequeño.  

Que mande en su vida, no dependerá de la lucha antifascista que tanto promueve, el verdadero camino es la preparación. Ser los mejores en cualquier campo que nos propongamos. Uno de nosotros ha de ser el mejor escritor, el mejor luthier, el mejor músico, el mejor enterrador… En todos los campos debemos estar por ser los mejores, para que hasta el más conservador nos busque cuando se encuentre en apuros, nos busque porque somos los mejores y no tenga ni en cuenta, en esos duros momentos, cual es nuestra ideología.

Hacer política solo ayuda un poco a solucionar algunos conflictos, la verdadera solución pasa por la profesionalidad de nuestra gente. Politiquear hoy en día está mal visto, sobre todo cuando hay tanta gente pasando fatigas y ellos, los que ganan, no se bajan ni el sueldo.

¿Qué tendrá el poder político que les cambia tanto? Es como el anillo de Gollum, su tesoro. Yo no me pongo eso ni a tiros, que ya bastante fea estoy moviendo tierra.

Mira que he movido tierra este fin de semana, ¡¡qué contenta estoy!!

Los ingresos económicos son importantes, pero no es eso lo que los atrae, el poder de decidir sobre la vida de otras personas les da mucho morbo. No solo en su vida son impotantes, sino que la de otras personas puede ser mejor o peor, dependiendo de sus decisiones, de sus influencias.

Mi hijo se ofende cuando le llamo POLÍTICO. Piensa que por su estética antisistema y sus ideas de izquierdas, no está haciendo política. Todos cambiaron hasta las personas que hoy son: viejos, sin pelo y sin querer dejar el poder del anillo, el poder político.

¿Imagináis a los políticos que hoy nos mandan si lo hubieran dejado a tiempo? Conservaríamos su imagen de gente luchadora y joven.

Pues no, siguen y siguen hasta quedar tan demacrados como Gollum, y buscan su anillo con desesperación si alguien les intenta robar.

¿Empatizar con el pueblo?

No pueden, hace tiempo que dejaron de ser de nuestra especie.


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