jueves, 26 de abril de 2018

ENGANCHAOS


La lucha partidista es una cosa y la política otra. 

Ayer me dijeron que donde había estado, que si me había ido de Jaén. 

- ¿Me habré muerto?- pensé. 

No, no, no que eso es evidente que aún no ha llegado ese momento, aunque estoy preparada desde los once años.  Me gusta ser invisible, cada día me cuesta más el contacto con las personas, gritan mucho, hablan mucho, no sé, seré yo que ya voy para vieja y empiezo a medir mi tiempo más que nunca.

Cierto que no me ven, si me pongo el casco y tiro para el campo, o me meto en casa a hacer nidos, pero hago cuentas y estuve para mucha gente aunque no me dejé ver.  En estos quince años hago recuento y salen muchas cosas, pero es verdad que siempre con la misma consigna, yo para salir en la foto no sirvo, cada día me veo más vieja.

Es que los años no pasan en balde por los cuerpos humanos y no nos damos cuenta de lo bonito que es ver a un joven con el megáfono y un viejo aplaudiendo.

Ayer fui a una manifestación y ocurrió este hecho, me encanta que sean ellos los que nos defiendan, podemos ayudarles, hacer política invisible, yo lo hago, pero no, nos gusta llevar la voz cantante aunque cada día desafine más. 

Que se lo haga ver, el que no sea capaz de soltar el micrófono, hay muchas adicciones en esta vida y esa es una más.

Cuando escribo estas cosas, pienso que porqué lo hago, a quien beneficio, quizás tenga amigos que se me cabreen cuando lean si leen, pero luego pienso, alguien tiene que hacerlo, alguien tiene que decir que dejemos a los jóvenes hacer partidismo además de política, que están capacitados y saben más que los ratones coloraos. 

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