sábado, 1 de junio de 2019

BAJO MI CADAVER


El necesita solo el antipsicótico, yo lo sé, voy a conseguir que le quiten todo lo demás. Solo necesita frenar sus pensamientos de miedo, rellenar los huecos que han quedado de momento, que ya se cubrirán. 

Tiene miedo a quedarse solo un segundo en un lugar con tantos sonidos, luces y ruidos. La tele tira rallos láser que le van a hacer daño, la gente de la calle viene a por él, todo le da miedo igual que un bebé. Pero no inventa, estoy tranquila, no es esquizofrenia.

Cuando tenemos nuestros hijos pequeños pensamos que ojalá se quedasen así para toda la vida, yo aspiro a que no. no me importaría tener a mi lado al hombre que más me quiere en este mundo, que me abraza por las noches y me adora, pero yo moriré antes que él y si me quiere más lo quiero yo, sería condenarlo a la soledad y a lo peor, años de cuidados de mi persona, que no quiero que ocurran.

Tiene que volar como los demás. Tiene que perder todos los miedos absurdos que tiene y estudiar en la universidad, conocer a muchas chicas, quedarse un tiempo con una, o toda la vida, pero que me deje a mí vivir mi vida de vieja, en la residencia o donde corresponda, no pienso perderme eso. Un hotel con todos los gastos pagados y enfermeros guapos para tocarle el culo.  

Si yo lo tuviera a mi lado el resto del mundo se relajaría y recaería toda la carga sobre él. Lo quiero y no voy a hacer eso. No, prefiero que esté solo en su casa con sus amigos, sus amigas, quien quiera que esté en su vida acompañándolo de forma provisional o definitiva. Seguro que son muchos, él nunca estará solo porque es  como yo, un ser de luz.

Siempre dije que cuando retiras un elemento de tu vida a la fuerza aparecen otros, las madres somos elementos que debemos desaparecer de la vida de nuestros hijos, si queremos ser buenas madres, todas las demás son egoístas y madrecitas, se empeñan en seguir ahí para que sus hijos no puedan vivir.

¡Tendrá que ser sobre mi cadáver!

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