sábado, 14 de diciembre de 2019

MALPIENSO LUEGO EXISTO

Como perrillo maltratado muerde o se esconde bajo la mesa yo soy de naturaleza malpensadora. 

Ante la más mínima sospecha de algo que puede llevarme a un conflicto innecesario, yo me alejo y salgo de la escena del crimen.

Me pasa con todo, también con el amor. No, no, no, no, no. No. No. Ya son muchos los datos recabados en la investigación todos estos años, ya no me arriesgo a iniciar nada que me haga perder las energías vitales. 

 Si en un círculo de personas aparece una que creo que me cae mal o con la que voy a chocar, salgo por patas aunque me pierda una experiencia maravillosa. 

No sé si esto me llevará a ser otra persona distinta de la que he sido todos estos años. Antes hablaba a bocajarro, ahora me digo una y otra vez, que lo que sepa la mano derecha que no se entere la izquierda. No es mentir, es proteger. No es esconderse es camuflarse. Para qué quiero que sepan todo lo que opino si no se ni por asomo lo que opinan ellos. Mejor responder con otra pregunta, como si fuera gallega. 

 Mejor dejar que piensen lo que quieran, mejor no aclarar, mejor no saber ni que me aclaren, ojos que no ven corazón que no siente. 

 No quiero saber nada que me haga infeliz, no va a evitar que cuando el problema sea real arrase conmigo. 

De momento, vivo más tranquila así. 

 Y si un día vuelvo a verte, si, a ti que me lees, no temas, no te pediré nada.

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