martes, 20 de mayo de 2014

¡HE TRIUNFADO!

Tengo la sensación de fracaso mezclada con la de un gran triunfo. Fracaso por no haber levantado de golpe y de la nada un proyecto casi imposible, por no haber terminado aún mi audiolibro, por dejar a medias Retahíla, tantas y tantas cosas que se agolpan en mi búfer, en espera de que les de paso. No se organizarme.

No me conformo con la actividad de un humano,  aunque al menos por las mañanas he vuelto al trabajo de una persona normal. De ahí viene mi sensación de triunfo. Hago totalmente responsable a la suerte y quizás al cariño que me tiene la gente que me rodeaba en mi trabajo. Me han hinchado de abrazos, yo también he dado unos cuantos.  

Todo esto me ayudará a engordar un poco y sobre todo me dará paz para seguir adelante con todas mis locuras, para que cuando nadie se lo espere presente de golpe los frutos de mis actividades extraordinarias.

Ayer no pude regar mi huerta, hoy si. No va a ser fácil pero yo tengo la cabeza muy gorda y tengo que hacerlo por Vacarisa, necesita un hogar. Esta casa no está hecha para ella, necesita tierra bajo sus pezuñas. Me encanta hacerla rabiar y que me muerda más fuerte de la cuenta los dedos de los pies cuando voy descalza, para pegarle gritos y golpearle palmotazos en ese culo tan erótico que tiene.

Corre asustada, parece que dijera: perdón, perdón, perdón – en idioma cerdil.

Se que nadie entiende el cariño que nos tenemos, no comprende como puedo echarme de carga un animal que come más que una pupa viva y que me hace ir una y otra vez a pedir sobras al bar de unos amigos.

Pero es que yo la quiera a ella. Me guste tocarle las tetitas tan suaves que tiene, me recuerde mi infancia hasta devolvérmela. Yo se que me quiere aunque todos penséis que solo lo hace por la comida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario