martes, 27 de octubre de 2015

Del tirón y sin cortes, retransmitiendo, YO

Mi cuarto no tiene nada. Son maderas viejas, no tiene ni puertas mi armario. Una tela en la pared, ni cama tengo, solo un colchón con patas, aunque la verdad bueno es.

Una canasta, un armario partido en dos para que parezcan una estantería, coloreada con pintura de pared, llena de lanas, libros infantiles y peluches. Una mesa que alguien iba a tirar y otro canasto rosa… ¡ah! Y una papelera de un demonio rojo, que también iban a tirar. No tiene ni puerta mi cuarto, directamente veo la tele desde aquí.

¿Qué pasa con mi cuarto que a todo el mundo le gusta?

Siempre hay alguien en mi cama, siempre tengo que echar a todo el mundo de la cama de la reina, que pestiñazo de vida.

Cuando empecé mi primer espacio, todos allí querían vivir, después el segundo espacio, luego otro y así hasta hoy. De todos los sitios me echan. Hasta que no vivo en ellos, a nadie les gusta. 

Me voy moviendo huyendo de unos y de otros y me persiguen. 

Todos, hasta los gatos.

Muero sin morir en mí.

Aquí se viene a leer, a estudiar, aquí se ven los mejores vídeos de Internet. Aquí estudiamos música, aquí es donde se dan los mejores sermones, este es mi púlpito.

Solo hay un momento del día en el que tengo derecho a gritar:

¡Largaros de aquí de una puñetera vez!

Este, es el momento. Ahora. Ya cenaron, ya fregué los platos, estoy experimentando con los palitos y los puntitos que vienen puestos en las cinco líneas de los pentagramas que estoy empezando a descifrar. 

Estoy escribiendo para vosotros, tengo un libro a la mitad de leer, de escribir tengo varios, waseo con una amiga… mi cama es mi mesa de operaciones. Es como un mapa de esos de hacer guerras, todos mis soldados aquí, estudiando el terreno. 

Ya saqué el pan de los bocadillos, ya corté le jamón para mañana, aquí estoy por fin, sola. Ya he abierto al gato, ya tengo mi pijama de coralina y es ahora cuando se escucha una voz en lontananza que dice:

-          Mamá, ¿me haces una lechita?

PENSAMIENTO: ¿aún podré renunciar a su custodia?

Sueño con el día que pueda abandonarlos, vive Dios si miento si no es cierto, ese día, llegará algún día y vosotros lo disfrutaréis conmigo, porque vosotros también lo estáis deseando.

LVM


1 comentario:

  1. Lo que harás, no lo sabrás.!!.....hasta que llegue el momento.!!! Te lo digo yo. Besos.

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