miércoles, 2 de diciembre de 2015

DESGANAICOS

Que desganaica estoy últimamente.

Hablando con un amigo hoy, me contó que le mandó un ramo de flores a una ex para su cumpleaños. Yo le dije que hacía bien, que yo también hago lo mismo con mis ex, un ramo a cada uno. 

Yo cuido a quien me cuida, mimo a quien me mima y follo a quien, me da la gana.

¡Qué panzá follar desganaicos se pega la gente!

Tienen que hacer lo que tienen que hacer, por puro compromiso. Otros no, ¿eh? Otros no. Otros follan por gusto.

¡Qué bueno es no tener ningún compromiso en esta vida!

Esta semana la llevamos chunga los dos, anda que no se nota. Los problemas nos tienen desganaicos. Parecemos payocuras, sin ganas ni de comernos la boca. Ni de decirnos las ganas que tenemos de comernos la boca.

¿Sigo?

Ni ganas de follar tenemos con tantos problemas.

¿A que no?

Podemos quedar para animarnos,  pero de follar nada, que estamos muy mal, muy desganaicos.

¡Ay madre mía qué artura de vida!

Me duele la mano izquierda, de un cepazo que metí ayer. Mejor me quedo en la cama a ver si vienes a darme un masajito en esta mano. No me importa que subas por el brazo. Aprieta un poco, que me duele bastante y eso me alivia. Me gusta que aplastes mi brazo, puedes echar el peso de tu cuerpo y quedarte ahí.

 Así podemos dormir, que estamos muy desganados.

Ya que estás así, boca abajo sobre mi brazo, ¿no te importará que eche mi pierna sobre tu espalda? Es que así duermo más a gusto, la cadera descansa y en posición fetal, la más sana.

¿Tienes frío? ¿Te tapo?

¡ESTOY HASTA EL MISMO COÑO DE TODOS Y DE TODO, OS LO DIGO, MÁS HARTA NO SE PUEDE!

De ti no, pobre, tú no tienes la culpa, es que a veces se me escapan pensamientos antes de dormir, ¿He gritado mucho? Es que he visto que has dado un repullo. Perdóname. 

¿Me dejas que te acaricie la espalda? Solo un poquillo, mientras pillo el sueño.

Me encanta esta posición, ¡cómo te huele el sobaco! Es un poco guarro, vale, pero es que te huele bien. A hombre, pero bien. Me gusta meter la nariz ahí, aspirar y oler, quietecita.

¿Tengo fría la nariz? a ver qué te parece mi boca. Hoy me dio mucho el sol, tengo los labios calientes y tú este brazo tan frio, esperando mimos.  ¿No te importa, no?

¡Qué agustico! No me corro, por no moverme.

A dormir, mañana será otro día.



Al final él levanta la cabeza y la mira. Mucho rato la mira, cerca muy cerca su cara. Amenazante. 

Muestra resignación en sus gestos. Sonríe. 

Los problemas lo tienen desganaico y ella, loco. 

LVM

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