miércoles, 30 de diciembre de 2015

LA MALA VIDA

Las personas que dan mala vida no siempre fueron así. Al principio son encantadoras. Necesitan conquistarte. Te hacen sentir grande. 

Son como una garrapata cuando acaba de acceder al cuerpo del perro, imperceptibles. Caminan despacio buscando su lugar. Una vez que se agarran, que se sienten firmes en el huésped, empiezan a ser ellas mismas.

El primer paso después de enamorarte, será aislarte socialmente. 

No le caerá bien nadie.

Tu familia no la mirará bien. Pregúntate porqué, ¿qué fue antes? El huevo o la gallina. El rechazo o la ofensa.

Ninguna familia rechaza a nadie que sea bueno, simplemente lo hacen, porque esa persona es mala contigo. Defienden a su sangre, a la persona que aman.

No todos los casos son iguales, pero si las personas integrantes de tu familia, eran buenas antes, no dejarán de serlo de pronto ¿no?

En algunos casos, callan y acatan tu voluntad, fingen que la quieren, pero ella siente que no es así y rechaza.

Descartadas las reuniones familiares, solo quedan los amigos. Pero, no se podrá ir a este bar donde, precisamente están tus amigos, porque no le gusta la música o se ha peleado con los camareros. Y si va, mostrará todo el tiempo lo contrariada que está, para que la próxima vez ni se te ocurra obligarla a ir a esos sitios, con esos amigos tan subnormales que tienes. 

No se relacionará con nadie de tu entorno, porque todos les parecerán antipáticos, papafritas, políticamente lejanos…

Una persona como ella, no puede relacionarse con cualquiera, porque es suprema.

Tú te sentirás importante, porque eres el elegido, eres la persona que tiene la suerte de estar a su lado. Aunque con algunos peros: empezará a ponerte peros por tu pelo, querrá que cambies algunas costumbres sin importancia, luego tu forma de hablar, tu imagen, tu ropa, tus aficiones, tu alimentación... 

Poco a poco tu autoestima bajará a los infiernos, no valdrás nada sin ella, no serás nadie sin la persona que te da la vida.

La mala vida.

Una vez trascurrido el tiempo suficiente, cuando tú ya te encuentres suficientemente sola, cuando tu familia ya te haya rechazado por estar con alguien así, cuando tus amigos no soporten ni el contacto visual con esta persona, cuando las actividades que hacías en tu tiempo libre, carezcan de importancia y te aburran, cuando dejes hasta tu casa, incluso tu ciudad, por estar con ella, con la persona que es tu vida, con tu amor grande, con tu Dios, entonces, y solo entonces. Cuando tú no puedas pedir opinión a otra persona, cuando tú no hables ya con nadie, entonces… ¿Qué hará?

Comenzará a controlarte el móvil, te pedirá que borres del face a personas que no le gustan y que te dan malos consejos, que te ponen en su contra. Comenzará a escuchar tus conversaciones privadas, las pocas que te quedan...

Te insultará si es necesario, aunque después siempre te pedirá perdón, y justificará su maltrato por lo mucho que te quiere, y el miedo tan grande que tiene de perderte.

¿Algún golpe? es posible que ya lo hayas recibido, pero siempre será por tu culpa, la pusiste muy nerviosa. 

Te alimentarás de lo que a esa persona le guste, olvidarás tu plato favorito, nada te hará ilusión si no es estar con ella, ser ella, solo un apéndice de su cuerpo.

Soportarás su aliento cada noche, sabiendo en el fondo, que no la soportas, pero que ya todo el mundo, tu mundo, el que había fuera, está muerto. Quemado.

No es cierto, nosotros seguimos aquí, esperándote. 

Ya no podrás ir a los sitios sin ella, sentirás el vacío. No entrarás en ningún establecimiento si no te acompaña, no te comprarás ni unos calcetines negros si no te da su opinión sobre el porcentaje de algodón, como presiona el elástico o los largos que son. 

Nada sin su autorización o posterior informe de justificación. 

No sé en que fase estarás, pero si te sientes identificado con este texto, aunque no seas capaz de decírtelo ni a ti mismo, te está dando mala vida.

Debes imaginar esa vida con esta persona de forma indefinida, para siempre.

Debes imaginar que ocurriría en la línea del tiempo si la dejaras, si la eliminaras de tu ecuación.

No olvides las cosas que pierdes, los viajes que hacen tus amigos en grupo, las reuniones, las tardes con tu familia en el parque.

Imagina cuál sería su reacción, muy importante.

Conoces ya suficientemente a esa persona, has visto cual ha sido su trato a otras personas. No dudes, que recibirías el mismo trato, una vez que el huésped se revela, ella será despiadada contigo. 

Utilizará todos los medios a su alcance para machacarte, para hundirte, para eliminarte, para que sufras. Golpeará, insultará, llamará a tus amigos, intentará ensuciar tu reputación, o incluso sacarte la pasta en los tribunales. 

Recibirás toda su ira.


No tengas miedo, ¿Y? Nosotros seguimos aquí. 

Por supuesto, pasarás ansiedad, como con cualquier droga dañina. Pasarás meses, incluso años llorando, no lo dudes, acordándote de ella. Volverás. La dejarás de nuevo. Te machacará. 

Te seguiremos esperando.

Y al final de todo, serás un ser limpio, nuevo, que puede empezar a vivir por si mismo. No serás rama, serás arbusto. 

Poco a poco la primavera volverá a tu vida, como cuando vuelve la vida a un bosque quemado.

Volverás a tener ilusión por las cosas, por decorar tu casa, por salir a pasear por tu ciudad, por comprarte una camiseta de tu grupo favorito, que no te podías poner porque ella no te lo permitía, aquella que te rompió aquella noche que bebió de más.

Comerte unos churros solo en el bar de la esquina, leer el periódico al sol, solo, sin escuchar su estridente voz todo el tiempo regañando, recetando, rumeando, regurgitando, agotando tu cerebro para que no piense por si mismo.

Poco a poco volverán tus amigos y familiares, dañados, claro, desconfiados, no lo dudes, pero volverán. Porque te quieren. Porque tu vida es preciosa sin esa persona, porque tú eres un ser muy interesante.

Que te voy a decir yo, que reconozco la mala vida donde la veo, tengo la inteligencia emocional para saber, que la vida es solo una y muy corta.

Tú decides si la quieres buena o mala.  

Un año de mala vida, se admite, hasta que uno se da cuenta pero más tiempo, es de ser gilipollas.

Perdóname, que sé que eres muy inteligente, pero estás hecho un peazo de gilipollas, con perdón. 

LVM

No hay comentarios:

Publicar un comentario