He tenido la suerte de ver a la muerte en muchas ocasiones,
más de siete, por eso, desde entonces,
estoy decidida:
¡Voy a vivir mientras esté viva!
Vivo a doble velocidad, he tenido cuatro hijos, he escrito varios libros y árboles ni me acuerdo cuantos.
He construido cinco casas.
Sí, una para mí, que también soy persona y en algún lado tendré que aparcar mi furgoneta vivienda.
He construido cinco casas.
Sí, una para mí, que también soy persona y en algún lado tendré que aparcar mi furgoneta vivienda.
Nota interior: Aún me queda terminar mi granja.
Trabajar, a destajo, lo sé, pero también quiero aprender a
tocar el contrabajo. Si, aún quiero.
Soy brutica, lo sé, pero pertenece a mi vida, a mi necesidad, a mi inquietud sobre todo de dejar a los míos bien apañados.
Soy brutica, lo sé, pero pertenece a mi vida, a mi necesidad, a mi inquietud sobre todo de dejar a los míos bien apañados.
¿Por qué?
Porque soy consciente de que estoy viva solo hasta que deje
de estarlo.
Así, este verano hicimos 3000 km solo en uno de los viajes,
los otros ni los cuento, todo el tiempo
que estoy viva estoy haciendo cosas, porque tengo la sensación cada noche, que
me puedo morir, aunque prefiero que no.
Hice la vida que quise hacer, pienso vivir mientras esté viva, aunque tenga que pisar por un montón de cadáveres.
Hice la vida que quise hacer, pienso vivir mientras esté viva, aunque tenga que pisar por un montón de cadáveres.
Voy a ser libre, ya
soy libre.
Todo aquel que intente dominarme, está muerto en mi vida.
Todo aquel que me hable de manera autoritaria, muerto o
muerta.
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