La unión hace la fuerza, la unión de los Barrancos verdaderos y postizos y mi
chico, hace la superfuerza.
No hemos querido contar con algunos que sabemos
tenían ganas de divertirse; no se puede entrenar tanto en un gimnasio, sin
tener luego ninguna doncella para salvar, pero todos no podían venir.
No te digo na si avisamos a otro
Barranco con orejas de soplillo o al que siempre guardamos para las ocasiones,
que en el Equipo A hacía de loco incontrolable, solo con el golpe mañanero de mi chico y los tres magníficos rematando por la tarde ha sido suficiente.
En el papel de ágiles
Barrancos dos y otros dos osos placenteros con nervios de acero, cerrando el paso y esperando que les lleguen como pelotas en un partido.
- Aquí, aquí, aquí, mío, mío, mío...
- Aquí, aquí, aquí, mío, mío, mío...
En todos estos
años no quise que vinieran, en parte porque pensé que podía defenderme sola (no en un barrio tan machista) en
parte porque temía que pasara algo más grave de lo que yo pudiera
soportar. Posiblemente ninguno de mis vikingos moriría, pero si recibiría el peso de la ley.
Ha sido muy divertido, la euforia nos acompañó, ha sido como
luchar contra los romanos con una marmita llena de poción mágica dentro de mi cochera.
Una bomba de superfuerza Barrancuna ha explotado con su onda expansiva capaz de mover las casas de mis vecinos, eternamente agradecidos, como si fueran hierbas en un "prao asturiano".
Una bomba de superfuerza Barrancuna ha explotado con su onda expansiva capaz de mover las casas de mis vecinos, eternamente agradecidos, como si fueran hierbas en un "prao asturiano".
Después de esto ha llegado la paz más absoluta.
He pensado que a lo mejor mis dulces vikingos=Barrancos que se
entrenan a diario para la batalla quieran divertirse de vez en cuando. He pensado,
que quizás los funcionarios que velan por nuestra seguridad no puedan utilizar métodos tan efectivos como los nuestros.
No tiene mérito, es pura imitación, es lo que mamamos de pequeños, de nuestros mayores, en mi
barrio que quedó limpio de escoria en un par de intervenciones de la
patrulla ciudadana, la policía era solo para las ocasiones: la cabalgata de reyes, las fiestas, ordenar el tráfico en alguna carrera...
Ha nacido para la diversión de los buenos y el terror de los
que abusan de los débiles, un nuevo órgano de orden y paz en mi barrio, espero
que no tengamos que volver a convocarlo, solo con la amenaza será suficiente
chicos, solo con el convencimiento de que estornudo y acuden a mí todas las
fuerzas del bien, la Patrulla Barranca.
Me los imagino:
- Yo, yo, yo, me toca a mí, yo yo yo...
Gracias, de verdad, que por mucho que sembré, siempre me devolvéis en demasía.
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