A lo largo de la historia de la humanidad, existen miles de
millones de mujeres maltratadoras que ejercieron su poder sobre sus hijos e
hijas, sus maridos y en muchos centros de trabajo sobre sus empleados y empleadas.
Vale sí,
ahora dime que estoy haciendo apología del machismo, ya sabéis que siempre digo que no soy feminista, que soy el doble.
Dime que son las mujeres
las que mueren, que siempre que se maltrata a una mujer aparece alguien
defendiendo esta teoría.
Pues no, ahora no estoy hablando del maltrato a ninguna
mujer y como consecuencia saco esta muletilla tan recurrente, que hay hombres
maltratados.. bla bla bla y lo que sigue, hoy quiero hablar solo exclusivamente de las mujeres
maltratadoras, esas que una vez son descubiertas echan la culpa a las
influencias, a la presión ejercida por sus hombres, a las voces en su cabeza.
Esas,
que no son denunciadas por ninguna persona por vergüenza o porque saben que la justicia está de su parte, de la de las mujeres maltratadoras.
Hasta que la justicia no empiece a ser igualitaria, a dar la
custodia de los hijos a ambos cónyuges por igual, a pedir los derechos y
deberes por igual y sobre todo, a defender al que recibe un maltrato por igual,
sea cual sea su condición sexual de raza o credo, no conseguiremos acabar con el maltrato, siempre habrá desunión.
Cuando un hombre o un niño o niña,
acusa a su mujer o madre de haber ejercido el maltrato sobre su persona, a los
hijos se les dice, que están muy mimados que tienen muchas leyes, y a los
maridos, que van soltando pluma o aceite, que como le va a maltratar una mujer.
He conocido a varias mujeres maltratadoras, todos conocemos
a alguna, hay que hacerlas visibles, decírselo:
- ¡Eres una mujer maltratadora!
Yo no las perdono, ya sabéis que no soy cristiana, soy comunista, por lo tanto, todas ellas para mí están condenadas al mi fuego eterno, todas ellas son y serán para mí escoria, están condenadas a muerte, mi muerte social.
- ¡Eres una mujer maltratadora!
Yo no las perdono, ya sabéis que no soy cristiana, soy comunista, por lo tanto, todas ellas para mí están condenadas al mi fuego eterno, todas ellas son y serán para mí escoria, están condenadas a muerte, mi muerte social.
Que no aceptemos el término “ dominanta” como algo no del todo negativo, algo necesario para ciertos maridos desastre, algo necesario para que los tengan más derechos que una vela; sin embargo alguien utiliza el término en masculino, "dominante" saltan todas las alarmas.
A por todos y por igual, que yo he tenido encima a un hombre y a varias mujeres maltratadoras, y todos sabemos que es la verdad.
Idem para los hombres maltratadores.
En fin, que al saco Paco, todos juntos y a por ellos y ellas.
Las personas, unidas, jamás serán vencidas, unidas contra los maltratadores y las maltratadoras.
Que cuando un niño dice que su madre es mala, es porque lo es, porque mira si soy yo mala madre y no lo dicen, estoy como una cabra y se aguantan, les atizo con la mano tonta, si les saco la zapatilla de paño y aun así, me adoran estén donde estén, a pesar de los pesares, se sienten amados y mimados, aunque de vez en cuando les llueva un sostrazo.
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