domingo, 31 de marzo de 2019

TREMENDA


Este año no se sabía nada hasta el último momento porque estaba trabajando en la pizzería, el otro año porque tenía el tejado roto y si llovía no me podía ir. Hasta el viernes por la noche con el vecino arreglándolo y el sábado de madrugada en el bus, por medio hacer maletas ¿Para qué hacerlas antes si no se sabía si podría arreglar el tejado?

Así cada viaje que hago es siempre en el último momento, de forma improvisada y sin planificación. En el momento que mi vida está bajo control me aburro. En cuanto todo va perfecto, empiezo a ver moscas volar. En cuanto el blog comienza a funcionar lo cierro. 

¿Qué me gusta a mí? La aventura, el no saber. Como me organices varios viajes todo perfectos, con hotel, camping o sencillamente una rulot con todas las comodidades, me lo paso bien, pero el primero el segundo me aburro. 

Hay personas que tienen su lugar de vacaciones fijo o sus fechas concretas, yo no sé nunca donde ni cuando voy y si puedo o no. La verdad que si no puedo ir de vacaciones no me importa porque seguro que lo que estoy haciendo es más divertido y agotador. 

Dirás: 

- Esta mujer que se conforma y quiere hacernos creer que lo piensa de verdad. 

He rechazado viajes con todos los gastos pagados porque ya llevaba muchos seguidos y empezaba a necesitar vida cotidiana. He renunciado a herencias porque no quería dinero de personas que no son dignas de mí. He devuelto un billete de 500 porque sabía de quien era... 

Respeto a todo el que piense que ahí está la felicidad, en las cosas buenas, yo en todas la encuentro. Las malas porque consigo cambiarlas y la felicidad cuanto más mala es la cosa más grande es conseguir cambiarla. 

Voy a hacer un fiestón impresionante de puertas abiertas para todo el que quiera venir el día que consiga cambiar la realidad que hoy me rodea. Mi casa está llegando al máximo de plenitud, mis hijos están madurando como nunca y cada día veo más cerca la posibilidad de abandonarlos a su suerte, pero cada día me apetece más quedarme a su lado voluntariamente.  

Créeme, tu vida es monótona y sin color, ni siquiera el gris que puede ser muy bonito. Está llena de líneas continuas, curvas y rectas, yo dibujo a carboncillo. Créeme sinceramente si te digo que no me gustaría estar ahí, que no me cambio por nadie, que nadie se ríe como yo de la vida, que de verdad hasta en los momentos que me pongo violenta y me escucho gritar me río sin querer de la barbaridad tan grande de persona que soy, soy una barbaridad, para muchos en el sentido negativo para otros en el maravilloso.  

Soy la aspiración de todo buen artista según la rea o la rae que nunca recuerdo el orden de las siglas, soy única.


tremendo, tremenda
adjetivo
  1. 1.
    Que produce un fuerte sentimiento de sobrecogimiento, susto, miedo o terror.

    "un crimen tremendo"
  2. 2.
    COLOQUIAL
    Que es muy grande en tamaño o intensidad, o que es extraordinario.

    "eso que dijiste es un tremendo disparate; hoy me levanté con un tremendo dolor de cabeza"

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