jueves, 25 de abril de 2019

ESPECTACULARES


Nosotros somos espectaculares. Cuando veo a mi hija cantando mientras mama mi nieta, me emociona tanto como al resto de personas que me rodean, son un espectáculo. 

Cuando nos pasan cosas, tienen que ser las más gordas, para bien o para mal. Todas al final son para bien porque las manipulamos y las convertimos en algo bueno. 

Nuestras transformaciones son increíbles, un espectáculo de la naturaleza. Crecemos a lo grande y de golpe, ya somos mucho más grandes de lo que jamás soñarían otros con llegar a ser. Es imposible aplastarnos, somos invencibles.

Por mucho poder que tengas que nacimiento y mucho que quieras rebajar nuestra hermosura, no tienes nada que hacer, estás tan lejos como bajuno. 

Cuando escribo esto, no doy puntá sin hilo, analizo cada punto, cada coma, cada palabra y espacio para que no quede duda alguna, es lo que pienso y no me voy a cortar en decirlo.

Mis hijos nacieron juntos de dos en dos y en paridad, todos espectaculares y no me refiero a su belleza física, que también, me refiero a su interior,  tan complejo como defectuoso para las personas que buscan la homogeneidad.

Podía haber utilizado otra palabra, excepcional quizás. Dirán muchos escritores cuerdos, que es más correcta, pero no es la que he elegido porque excepción es algo extraordinario y nosotros nos hemos repetido dentro de nuestra familia es la norma.

Hay personas que no me conocen, que piensan que me cansaré de cuidar a mis hijos, que piensan que acompañarlos cuando les pasa algo tan gordo puede ser agotador para mí, no saben que yo me lo paso en grande. 

¡Lo juro! Soy feliz ¡muy feliz! viviendo experiencias tan espectaculares con ellos. Soy una privilegiada por haberlos parido, menos mal que tuve cuatro hijos, siempre dije que no serían los únicos, cada día más convencida de tener cuantos más mejor. 

Acompañarlos no es para mí un sacrificio, es una pasada,  solo tengo que prepararme físicamente para no ponerme mala. 

Para eso, como en todo, voy a ir a un sitio adecuado, protegida por los míos, los otros seres espectaculares de la tierra, que gracias a la naturaleza, no son tanta excepción como quisieran los homogéneos.

El día que me muera, que lástima va a dar. que se acabe tanta diversión y espectáculo en vivo y en directo. 

Perdón, se me escapó un punto, como si fuera un eructo, como no escribo que lo que hago es hablar por escrito. 

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