LO BIEN QUE LO HAGO

Me halaga cuando me dicen: “qué bien lo haces!”, pero me gustaría que no fuera así, que lo hiciera bien pero que no me lo dijeran, que paso corte.

Me halaga cuando me llaman guapa, pero también me gustaría que no fuera verdad, el hecho de serlo me refiero, me trae muchos problemas.

Cuando escribo o actúo y alguien se ríe o se emociona, me sudan los sobacos.

Siempre me sudan cuando me pongo nerviosa. Me pone nerviosa ver a alguien emocionado gracias a mis letras. Eso es lo que me motiva a seguir escribiendo. El que quiera creer que lo hago porque me gustan los halagos, los premios o los reconocimientos, es simplemente, porque no me conoce.

Los premios no me ponen nerviosa, las valoraciones me sudan el coño, las faltas ortográficas y los errores de expresión no me preocupan, si tú me entiendes.

 

Estoy trabajando una poesía que me hace llorar mucho, no se si podré leerla o haré el ridículo. Si me pongo a llorar, hacedme palmas coño, al menos los amigos. 

 

No estoy documentada, no tengo ni puta idea de que pasa en Juarez, ¿quién lo sabe? Solo ellos, los asesinos, los demás solo son suposiciones de unos y otros.  

Yo expongo una teoría que tengo, que para nada está documentada, pero que imagino.

No tengo ni puñetera idea de cómo sembrar la tierra, pero lo haré, para aprender.

Cada vez que abro la bocaza, me quedo sola, pero asumo que eso está por encima de todo, esta bocaza no callará jamás, aunque siga sola toda la vida.