JUÁREZ ASESINA

Imagino que soy Dios y lo veo todo

como te lavas las manos tras navegar en tu lodo,

para comer a diario.

Imagino que soy Dios y la veo llorando,

como busca su cuerpo entre tantos.

Imagino que soy Dios y llamas a mi puerta

por fin viniste ¿DÓNDE ESTÁN LAS NIÑAS MUERTAS?

Tiernas y chicas, pequeñitas

el miedo en sus ojos te excita.

Imagino que soy Dios

te busco y te encuentro

y te arrastro al infierno.

Te imagino en esos momentos,

comiéndote viva a mi niña,

rompiéndola por dentro.

Te imagino monstruo de mil cabezas,

te imagino esperándola tras mi puerta,

te imagino buscándola en el colegio,

te llevaste a mi niña, ya nunca ha vuelto.

Te imagino y sin ser Dios te reviento,

¡ MERCENARIOS A POR ELLOS !

Que un ejército de poetas se levante,

en un mar de reproches internacionales.

También las madres, las que las perdieron,

y las que tranquilas tenemos

a nuestras hijas bajo nuestro techo.

Porque son de todo el mundo los enfermos,

clientes de su mercado de violencia y sexo,

familias atraídas por el Sueño Americano,

para que cacen a sus niñas los que pueden pagarlo.

Que nadie haga la vista gorda,

que hay que ser ciega y sorda

para no ver esas bombas.

Mas no hay petróleo bajo su suelo 

que pague la guerra que proponemos,

lo que debajo se esconde solo son cuerpos.

Cuerpos de niñas que sirvieron,

para satisfacer sus bajos deseos,

de los consumidores extranjeros.

No valen nada, siguen muriendo.

LVM