¡Hola cariño! Buenos días,
Cuanto tiempo sin hablar contigo, no sabes lo mucho que te
echamos de menos. Escribo desde el solecito de nuestra terraza, no te imaginas
cuanto ha cambiado la casa. Cuando te perdí, solo podía curar mi dolor haciendo
reforma. Dice una amiga que entiende de mentes, que fue una forma de superar la
pérdida, que mejor así que en depresión.
La verdad es que ahora me alegro, cariño. En lugar de
echarme a la bebida o a las pastillas para dormir, me puse fuerte físicamente,
perdí unos cuantos quilos que me sobraban, y aunque esté feo decirlo, me ha
sentado muy bien tanto trabajo.
¿Sabes cariño? Ese almacén de chismes viejos que teníamos,
ahora son dos habitaciones con todas las comodidades que necesitan tus hijos
para poder vivir de forma independiente.
No sabes cuanto han crecido, cariño, desde que no estás con
nosotros. Cada día me ayudan más a llevar la casa, a compartir la carga de
tanto trabajo. Ya ponen lavadoras, cocinan, tienden e incluso compran con su
propia tarjeta. Tu hijo ya no dicen aquello de:
-
Mamá, falta papel higiénico…
Ahora si echa en falta algo lo compra y me lo dice, es un
hombrecito ya.
La verdad es que económicamente estamos bien cariño, como
siempre gastos mínimos, nada de tonterías, pero tenemos para todo lo necesario,
no te preocupes por eso, todo está bien.
Me cuidan mucho, ahora es tu hijo el que me hace el café por
la mañana y la niña, ¡es tan bonica! Me arrima zumos calientes en los
resfriados. Le encanta exprimir naranjas, pero no sabes lo caro que se paga
después, cuando toca limpiar.
Los mayores cuidan de los chicos cuando yo voy a baile, o a
estudiar inglés como ahora, para poder mejorar en el trabajo. De momento es
suficiente lo que gano, pero se que necesitarán mucho más, tengo que intentar
mejorar en eso.
Sigo escribiendo cariño, se que encantaba leerme, ahora no
puedes hacerlo, pero yo sigo escribiendo. Estoy aprendiendo inglés, también
para escribir en otros idiomas, no me conformaré con decir cuatro cosas, quiero
aprender a transmitir también a otras gentes.
Empezaré por el inglés, pero sabes que yo soy muy
cansina y seguro que luego querré aprender otro idioma, y luego otro, y otro. Si me propongo algo soy muy cabezona y obsesiva, tú lo sabes, sigo y sigo, aunque nadie me
haga ni caso.
Me siento muy arropada por los amigos, no sufras, no estoy
sola. Mi madre ya no puede ayudarnos mucho en la casa, después de su operación,
bastante tiene con no necesitar ayuda de momento, pero está ahí, siempre que la
necesitamos, pendiente.
Tengo amigos en muchas partes del mundo, estoy viajando
mucho para verlos, solo con lo puesto, si no a ver como. Hacen de su casa la
mía, igual que saben que aquí están las puertas abiertas para cuando quieran
venir. He construido una pequeña gran familia. Apenas salgo de casa si no es
para viajar a verlos, pero no me siento sola, vienen a verme.
Cada día que pasa me cuesta más que se acuerden de ti,
apenas si te nombran últimamente. Yo creo que sienten pena porque no te ven y
por eso no lo hacen, cariño.
Ojala pudieras venir un día, tocar el portero y sacarlos a
pasear por el parque, pero estás tan lejos, cariño, que no puede ser. Al menos
me tienen a mí para ayudarles, aunque a veces les grito y pongo ojos de burro
para poder mantener mi autoridad. Es muy difícil conseguir disciplina estando
sola, antes todo era mucho más estructurado y tranquilo.
No necesitaba imponerme, estabas tú para poner orden.
Bueno, ya me voy a hacer la comida, cariño. Solo me queda
decirte que yo, sigo siendo la misma de antes, solo que ahora escribo mis
pensamientos, antes hablaba sola ¿recuerdas?
No me escuchaba nadie.
No me escuchaba nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario