¿No dirás tú que no digo siempre lo que pienso? En ocasiones
bruscamente y alguna vez de forma equivocada. Sé que eso es difícil de llevar.
Es mucho mejor decir que a las mujeres no hay quien las entienda. A mí claramente me tienes que entender si no te haces el loco.
Lo que no hago es resumir.
Es posible que el último
motivo para salir pitando fuera un gesto superficial. Es posible
que si no sumas, pienses que es surrealista. Pero yo no te voy a resumir. Suma
tú las veces que te dije bruscamente algo que no me gustaba.
Recuerda cuando te avisé y no te lo tomaste en serio.
Guarda una a una en una hucha todos los motivos, yo no perdono
ni olvido, no soy cristiana, soy comunista. Guardo y acumulo. La única manera de no hacer la raya a la cuenta,
es que no sigas sumando motivos.
Una vez que hago la raya y sumo, no vuelvo atrás. No hay
borrón y cuenta nueva. Ya me gustaría a mí ser de otra manera, pero soy muy
positiva y siempre absolutamente detrás de una cosa buena, ha venido otra
mejor.
Tengo fortaleza y vida suficiente para seguir caminando y no mirar
atrás. Puede parecer cruel, lo sé. Soy bastante salvaje, sí.
Ya no tengo esa pena gorda de no encajar con nadie, ¿eso es
malo? No quiero. Yo veo que muchas personas no encajan con otras
personas, pero utilizando calzador, ahí siguen.
Equivocada, muchas veces equivocada, pero ya sabes lo que
pienso de ti. Te lo suelto sin cabreo ni ofuscación, cuando menos te lo
esperas, entre otras cosas.
Ahora es a ti al que te toca sumar y valorar, si llevo o no
llevo razón. De todas maneras es tarde, porque aunque no la lleve, mis
decisiones son firmes y las mantengo a pesar de que sean erróneas.
LVM
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