martes, 22 de marzo de 2016

LOCA PERDÍA

Que largos se hacen los días sin ti.

Lo puedo escribir porque contigo no mido, porque tú estás igual que yo, doblando las esquinas a ver si aparezco, buscando mi cara, olisqueando las flores que te encuentras a ver si está mi perfume. 

¿Sabes? Ese, el que me hizo mi niña, el perfume sólido con olor a hippie.

En cada pensamiento nuevo, yo soy tu muleta. Yo estoy detrás de todo, al final de cada frase, acompañando a cada pensamiento;  desde el de la mañana que has de ir por pan, hasta la noche que hueles tu cama buscándome en la distancia.

Te revuelcas en  sus sábanas, loco perdío,  acordándote de mi cuerpo.

Nace de golpe lo nuestro, como nace un bebé. Nadie discute que ha de ser de golpe, para que nazca sano y fuerte. Un bebé es para toda la vida, hay que mimarlo y cuidarlo, darle cariño y educación, así haremos nosotros con el nuestro, que crezca y se ponga más grande,  tampoco nació bajo de peso.

Su madre, que soy yo, por él luchará sin descanso, como hago siempre con todo.  

Donde estés te seguiré, pegadita a tu espalda, caminaré aunque no me veas, saludaré a la gente que sorprendida sonreirá al verme. Pegadita a tu culo, abrazadita a tu cuerpo, oliendo tu cuello, jugando con tus orejas,  hurgando con mi nariz en tu nuca.

No es fácil vivir sin ti, con el corazón loco perdío, como lo tengo contigo.


2 comentarios:

  1. estaba loca, joder, estaba loca. Tenía en su cabeza una locura preciosa. ¿Cómo no iba a perder la puta razón por ella?

    ResponderEliminar