miércoles, 3 de agosto de 2016

MI ALMUNIA

¡Estoy muy contenta!

Estoy construyendo una Almunia dentro de mi casa, con habitaciones conganderas hechas con paredes de  madera, puntas y cemento blanco, con azul xauen, marrón calabaza y rojo moruno, que no sé como se llama ese rojo pero sé cual es.

La culpa la tiene mi chico que me mete esas cosas en la cabeza mirando panza arriba como un avión se estrella contra mi toldo, además de un cielo lleno de estrellas y una peli en mi supertele.

Antes de ayer estaba cansada, el día de antes cabreada, ayer me sentía mayor pero hoy, después de poner unas ventanas, pegar un fregadero y  una noche en mi terraza con muchos besos y abrazos, ya soy otra vez la misma.

Estaba como cuando subes la cuesta de San Andrés con el contrabajo en la espalda en los últimos pasos, pero ya estoy de nuevo en Martienez Molina.  

Tengo guardada la tela que le compré a Blanca para hacer una Jaima, era carísima pero la pille de oferta y compré mucha, por lo menos tengo ocho metros doble de ancho, con sus listas naranjas, transparencias marrón caca…

Lo veo ¿Vosotros no?

El hotelito va a ser moruno, para eso estoy en el barrio que estoy y tengo de vecinos los baños árabes.

¡Qué bonita va a quedar mi casa!

Después me largo

La felicidad no está en el lugar donde estés sino con quien y como.

Jaén es un pueblo muy chico, pobre y polvoriento, es casi un desierto ahora en verano, le faltan los pinchos rodando, pero lo mismo no es ser feliz que no serlo, estés donde estés.

Yo soy mayor, estoy cansada y soy feliz.

Además me he dado un corte de pelo, yo sola, quien va a ser, mu reprecioso y tengo el pelo muy bonico, he ido a darle sobras a mi cochina y a bañarla. 

Ya estoy aquí, cansada pero contenta. 

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