sábado, 18 de noviembre de 2017

AL TAJO

A mí me gusta la política en directo, a ver si me explico: sin círculos ni rosas ni solecitos ni gaviotas. Me gusta mucho divertirme, que me quieran, que hagan cosas que considero buenas para el conjunto de las personas o para individuos en concreto,  eso es para mí la política. 

Vuelvo al principio, a lo concreto, a arreglar las cosas rotas, a dar cariño a cambio de apoyo, a cuidar a los que tenga al alcance de mi mano, a hacer cosas por mi barrio.

Cuando la política partidista entre por la puerta yo saldré como siempre por la ventana, pero mientras tanto tendrán que aguantarme o disfrutarme.

No comparto mi tiempo con gente que no me hace feliz, no comparto espacios ni saliva con las personas que dicen siempre lo mismo. Te juro que solo escucho:

-          Bla, bla, bla, rollo, rollo, rollo...
-          ¿Aquí cuándo se empieza a trabajar de verdad?

La gente habla mucho y construye poco. Yo me aburro en cuanto se hacen tres reuniones que no terminan en hechos concretos. Lo siento si te pongo nervioso o nerviosa cuando me ves entrar por la puerta, tengo propuestas concretas, que voy a ver si me dejan llevar a la práctica. Economía de resistencia para mi barrio, mercadillos solidarios, petardos en las mierdas de los perros, llenar de pintadas los solares, cartelería fina para el ayuntamiento y un montón de ratas muertas en su puerta.

Perdón, perdón, perdón, que dejo volar mi imaginación… ¿o serán recuerdos? Que mala memoria tengo, ya confundo cacerías de ratas con cucarachas. ¿Y los baches de mi barrio? en moto con la boca abierta y con tacones de puntillas ¿y los viejos? ¿y los niños?


Pues no hay tajo ni na, para tres meses de aceituna. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario