martes, 20 de marzo de 2018

CIELO Y TIERRA


Cada día me importa menos lo que opine la gente y más lo que pienso yo de mí. Antes, dudaba de mis propias palabras, ¿estaré equivocada? ¿será verdad que es mentira?

¡Y una mierda!


Es verdad de la buena que el tiempo continua confirmando, que solo hay unos pocos que siguen tapando, intentando hacer la vista gorda, intentando creerse que yo, soy la loca.

Cada día me importa menos que una mierda que te comas lo que piensen de mí hasta los más importantes seres humanos del mundo y la humanidad que me rodea. No lo digo con dolor en mis palabras, es que es simplemente cierto, sola vine a este mundo y sola he de irme. No necesito que me acompañen, ya conozco a la salida, la muerte es placentera. 

Y ante mí los testigos fieles, los que siempre confiaron en Pocagua, los que ven aunque piensen que están ciegos, los que parecen tontos y no lo son ni un pelo, los que les sobrevivirán. 

Solo cuentan ellos, los que estarán después de que muramos todos. 

Solo ellos, son los que conservarán nuestro recuerdo. Nadie se acordará de nadie cuando estemos muertos.

Cada día me importa menos convencer a la gente y sin querer todos se convencen, mi insistencia no es normal, sin estar borracha ni ser niña, digo la verdad. 

Cada día me importa menos la gente, que como yo estará muerta en breve. Solo quiero seguir luchando, confirmando y haciendo lo que dije que haría, que fueron locuras todas en su día.

Y aquí sigo, afirmando que es verdad la verdad, y moviendo cielo y tierra mientras viva, para que al menos, por tenaz convenza, porque la verdad es difícil de creer, pero es verdadera, porque es fácil decir que la loca no está cuerda, y muy difícil, creer en ella y confirmar que es cierto, que tiene una cerda.


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