jueves, 19 de marzo de 2020

MUJER MEDICINA


He escuchado un mensaje dramático como él solo. 

Casi me emociona si no fuera porque desde el principio le he visto los tintes casposos y golpesbajeros de la gente mala. Al final del mensaje se mete con las medidas económicas del gobierno, bla bla bla, rollo rollo y confirma mis sospechas del principio, ¡qué gente más mala!

La gente mala no sabe lo mala que es, me explico:

¿Tú conoces a una persona que se autodefina como mala persona? Tol mundo es bueno.

Deberíamos establecer un sistema de puntos positivos y negativos, o puntos negros para los muy negativos, para que las personas supieran al menos cuando son malas y si le preguntaran tuvieran que contar que estaban por debajo del aprobado o por encima, así de esa manera todos sabríamos a qué atenernos.

Si, esta mujer medicina no está acostumbrada a decidir quién vive y quién muere, pues que se la lleven a Ruanda un par de meses. Todos los profesionales de la medicina deciden a diario sobre que paciente es más adecuado para recibir un tratamiento o que persona ya no se va a continuar intentándolo.

Soy muy bruta, me parece fantástico que me seden a partir de que termine de pagar mi hipoteca el año que viene, más si tengo noventa y dos años como mi abuela y que una enfermera me de la mano de manera que mis hijos no tengan que vivir ese momento.

Haré todo lo que esté en mi mano para conseguir esa muerte tan bonica, sería la hostia conseguir una muerte así después de una vida entera. Para ello, intentaré que no avisen a mis familiares, pondré las últimas voluntades para que no se pasen los médicos casposos y me dejen morir tranquila, como decía mi abuela. Para mi la muerte es placentera. Es la paz y el descanso. Es simplemente un paso más, estoy deseando llegar.

Que los profesionales de la salud hagan cursillos para estar preparados porque no creo que alguien de la unidad de trasplantes de cualquier hospital, no sepa que está decidiendo quien vive y quien muere, es obvio. Llega un corazón y lo tiramos a cara o cruz, o que hacemos, ¿exigimos al gobierno más corazones porque si no se muere la gente?

No creo que nadie tenga dudas de que si tienes pasta no vas a la cárcel y las posibilidades de sobrevivir a una enfermedad son mayores.

En fin, que está mujer medicina nos está descubriendo América ahora, para los pocos que no lo tenían claro. No va a haber máquinas para tantos enfermos, claro que no. El sistema sanitario ha sido maltratado durante todo este tiempo y ahora lo van a solucionar de un plumazo.

Hay un montón de mensajes ruines y un montón de gente que quiere ser popular rulando por los móviles ahora. Intentemos escuchar el tono, el ritmo, el mensaje e incluso los silencios que esconden. La información que no dan. Seamos un poco más inteligentes. Sé que cuesta en estos momentos, no queremos calentarnos la cabeza, yo tampoco, por eso me toco diariamente, para combatir la ansiedad y pasar el tiempo.

Solo quiero deciros, de verdad de parte de una experta en muerte, que es fantástica, tan bonica como sale en las películas, de verdad. A mi me duele una muela, un tobillo, una rodilla, joder cuando tenga más años lógicamente estaré más deteriorada y me dolerán más cosas. Es fantástico terminar. Mi abuela Dolores se murió haciéndonos reír, con bromas como:

-          ¡Qué este mes también cobro!

-          ¡Pagadme el alquiler que no tengamos que discutir después cuando se muera!

Con dos años me prepararon mi primera mortaja, la última en 2019, el cansancio me paralizó todo el cuerpo. Volvió la sangre a mis dedos y al resto tan despacio que no podía ni pedir ayuda. Sentía como mi corazón latía tan lento que no podía abrir los ojos.

Por medio, muchas, muchas y muchas, todas ellas muy interesantes y divertidas. Yo me lo he pasado en grande con la muerte, si alguien necesita que se lo explique, echamos un rato de risas, porque tiene su gracia. 

La sedación, que bonica, que no falte en nuestros hospitales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario