jueves, 9 de enero de 2014

LA REINA HEREDERA

¡Qué a mi también me molesta 
mojarme por la mañana
las manos con agua fría!

¡Qué se han creído ellos
los señoritos y las señoritas!

¿Qué las suyas son más sensibles?

Esta mañana, hoy tenía
las manos todas dormidas, 
se olvidaron los recuerdos 
que dejaron de aquel día 
en mi columna, accidente
llegó de forma fortuita.

El entusiasmo y una sierra
hizo mella la insensible.

¡Qué bonito quedó el olivo 
despiojado y peinaico!

A mí me gusta dormir 
pasando las nueve y y cuarto
caminar despacio 
hasta que despierto,
pero yo corro mucho
por el gusto de hacerlo.

Nunca me regalaron nada
en la vida heredé, 
ningún bien, 
más bien, algún mal.


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