martes, 28 de julio de 2015

OBSOLETA

¿Parar que sirve un concejal que no tiene poder de decisión en el gobierno de un ayuntamiento? ¿Para qué sirve el presidente de un país que está endeudado hasta las cejas?

Pues igual me siento yo, no tengo utilidad. Soy una herramienta obsoleta.

No se inglés, no soy buena informática, no he conseguido levantar mi empresa, no tengo buena memoria, no sirvo tampoco para las artes. 

No sirvo, sigo diciendo que no sirvo, llevo años diciendo que no sirvo. Vale que se me da bien algunas cosas, que me gano el pan que me como, pero eso no quiere decir que mi labor sirva.

Tú puedes ser el mejor picando piedra, que si las piedras que te dan para picar la final son enterradas con una tonelada de arena, ¿qué utilidad tiene tu trabajo?

Yo estaría conforme si con estos trocitos se hiciera mortero para hacer las vigas de una casa, aunque es más fácil comprar los chinos directamente, pero al final, están en un sitio, cumpliendo una función.

¿Sabes para lo que creo que si valgo? Para movilizar y resolver conflictos, para ayudar a un niño o niña a levantar cabecica, para construir, para trabajar a destajo, ... 

Pero ¿De qué coño sirve todo esto?

Defender los derechos de los trabajadores, es una labor obsoleta. Nadie tiene derechos y los que los tienen, tienen miedo a perderlos, por lo tanto no los defienden.

Intentar un cambio político es una inutilidad ¿De qué les sirvió el cambio político a los griegos?

Yo, a partir de ahora, voy a seguir intentando ser de utilidad para los que me rodean. Sigo montando casas dentro de mi casa, eso es un hecho, que tendrá utilidad, servirá para cocinar, para vivir, servirá para cosas concretas palpables.

Humo, solo vendemos humo. Muchos de los políticos profesionales venden eso, un buen discurso, una buena jugada política, unos cuantos votos de más… humo.

¿Sirve eso para dar de comer o vivienda a la gente? ¿para cambiar la situación que dicen, está mejorando?

Dicen, dicen, dicen, eso dicen. 

LVM




No hay comentarios:

Publicar un comentario