jueves, 21 de diciembre de 2017

UNA MADRE PERFECTA

¿Cuál es la principal obligación de una madre?

Ser feliz.

La primera necesidad de tu hijo desde que nace es verte feliz. Una madre que es un desastre en la cocina, se puede sobrellevar, pero que te haga reír friendo un huevo.

Si eres madre novata, seguramente tendrás muchos momentos de ansiedad, querrás llorar, romper platos, gritar o correr…

No lo hagas, finge que eres feliz, haz el payaso, llora cuando no te vea. Que no tienes para lo básico, dile que eres rica, que te ha dejado el novio, dile que ya tienes otro, ellos también te traerán miles de novios, no te escondas, permítelos ser tan imperfectos como tú.

Miente, pero que después sea verdad. Finge que eres feliz que verás como al final poco a poco lo serás. Nadie quiere estar al lado de una persona infeliz, que te cuenta millones de problemas, no los cuentes, no te desahogues, no lo hagas, a veces no sirve de nada.

Una madre ha de hacer que sus hijos sean felices, debe basar su felicidad en la de ellos y multiplicarla por la suya, si multiplicas por cero anulas toda su felicidad.

Nunca podré ser madre policía, no sé ni me interesa saber cuando mis hijos tienen exámenes, ellos saben que estoy aquí para cuando quieren trabajar en mi brasero, saben que no veo la tele, que estoy si me lo piden, pero yo no tengo exámenes, no tengo que estudiar, no tengo hambre, no tengo que hacer un bocata, no tengo ninguna obligación más allá de la de traer el pan, estar aquí y ser feliz.

Yo multiplico porque siempre fui una payasa, quitando algunas neuras infantiles que tuve que pasar, como cuando mis hijos se fueron de casa, que lloraba si no me llamaban, o cuando me pongo triste si no me tocan el pelo y no me hacen casito.


Muchos de mis gestos son los suyos por imitación, aún recuerdo como Blanca movía la punta lengua a toda velocidad cuando estaba esperando respuesta, ahora lo hago yo, la cara de mi Jose cuando su hermana no paraba de hablarle la pongo con Adela, como corría Alonso en pelotas por la casa, idem, y como mi Adelilla da besos y abrazos que hacen daño, yo también. 

¡Cómo se querían! Se llamaban hermano y hermana en lugar de sus nombres... eso, debe dejar poso para su vida adulta. 

Hoy fui al dentista a tapar una muela que llevaba años ahí medio rota, y he visto a unos hermanos que iban al cole, ¡Me gusta recordar que eso lo hice con mis hijos!no era una madre, era una de ellos, ahora lo sé, sigo aquí me veo y soy una madre perfecta, solo por ser imperfecta, tocailla, infantil e irresponsable, que no está dispuesta a ser su criada, que está deseando que cocinen para mí, que dice "rio rio que yo no he si eo" en las tutorías de sus hijos y que va por las notas porque la obligan.

Solo lo que me hace feliz, les hará felices, a ellos y a los que vengan, porque si he sido así con mis hijos, ni te imaginas con mis nietos que puedo decir que es la demencia senil.


Me veo yendo al colegio a recoger a mis nietos con la moto de Nela. Me pienso comprar un mono de cuero integral con la primera paga de la jubilación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario