¡Qué asco de gente!
Qué personas menos merecedoras de la vida. Qué me perdonen
los cristianos y los antiabortistas, pero que poquito merecen seguir viviendo
ciertas personas, porque nacer ya están nacidas y bien crecidas.
Se que si hubieran sido criadas en una familia con normas,
con amor, con cariño y con un poco, no digo mucho, un poco de educación, hoy no
serían los seres humanos que son.
El último paso de la evolución no lo han tenido, parecen de
otra especie.
¡Qué me tachen de racista! Yo no he nombrado ninguna raza. ¡Qué
me tachen de clasista! Yo tengo mucha clase y me crié al mismo nivel, solo que
con unos padres con muchos valores. Si, comunistas y con mucha clase, así son
mis progenitores.
Para que luego digan que los porros y el alcohol no hacen
daño. Yo los conocí de jóvenes, de niños y mira que evolución. Aparentan la
vejez en sus dientes, en sus pieles y sobre todo en su cabeza. No tienen
conversaciones estructuradas, se pisan, se gritan, solo saben hablar de perros
de presa, de condenas y de un par de temas más. Ni de futbol hablan, no les
despierta interés ni ese deporte.
Son machistas, son racistas, son clasistas, son… la crem de
la crem de nuestra sociedad. La grasa de la cocina, la mierda de las esquinas
de mi barrio, la cera de sus orejas.
Yo misma ayudé a que no arrancaran a un hijo de las manos de
su madre ¿Para qué?
No estamos preparados económicamente para hacer de ellos
personas, no podemos hacer nada y seguirán naciendo.
Como dice mi padre, con lo bonicos que son todos de chicos,
como los perrillos.
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