Y no para de mirarse a ver si cambia la cosa. A ver si crece o menguo yo. Que gracia tiene mi gordo. ¿Ahora te das cuenta de nuestra disparidad? Pues hubieras estao atento, no hubieras sido tan valiente y tan bocas.
Nuestros contenedores de alma son distintos, extraordinariamente diferentes, pero escucha, nos vestiremos iguales, vaqueros, nuestros gorros de lana y zapatillas de pana, para parecer gemelos ¿no?
Ahora te aguantas y apechugas, ahora te conformas o creces, yo no pienso renunciar a mis tacones, como siempre, para grandes ocasiones.
Que nos mire la gente gordo, que suponga y que hable, daremos que hablar eso seguro, pero al final, envidiarán nuestra suerte porque nos encontramos.
Por letras nos escuchamos y nos hablamos sin cuerpo, solo con letras y alma.
Además, mira que te diga, me encanta tu desproporción y el bulto de tu cabeza donde guardas pensamientos; me gusta tu poco sentido del pudor y tu temeridad, que no tengas miedo a tus propias locuras, y sobre todo me encanta el cariño que desprendes y tu follabilidad.
En horizontal no se miden los centímetros… bueno, no los de altura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario