sábado, 7 de octubre de 2017

ALIMENTAR MI KARMA

No cuesta tanto, lo que pasa es que ganamos ¡tan poco! 

Ha bajado tanto nuestro poder adquisitivo que recordamos épocas en las que artículos de alimentación eran habituales e imprescindibles en casa, y ahora, ni por asomo se nos ocurre comprar. Si no compramos, no consumimos, no gastamos, no se generan beneficios en las empresas y así, esto va cada día a peor. 

El otro día en el supermercado, vi como una señora dejaba artículos, no había calculado bien el dinero que llevaba, lo triste es que llevaba tres artículos de bajo coste y cinco euros.

Dicen que se está reactivando la economía, no digo que no, pero las secuelas después de todos estos años en crisis son irreversibles. Tenemos deudas provocadas por negocios que no han ido bien, hipotecas que incluyen muebles y coches que ya hoy son chatarra, tenemos miedo a no tener el mes que viene, tanta inseguridad que es imposible relajarse y vivir. 

Lo peor es que esto mismo está ocurriendo en todas las capas sociales, hay que adaptarse a la nueva situación, consumir un poco más y no tener tanto miedo. 

Prometo a partir de hoy, volver a ser rica en espíritu, que he perdido esa fantasía, y volver a ir de sobrada por la vida, ya llegarán los ingresos esta navidad con el sorteo.


En estos días, viendo mis cintas viejas de cuando era joven, a parte de los pelos que tenía que eran horribles, de que estaba más gorda y que llevaba ropa indescriptible, observo que era más confiada, que tenía más inocencia, era menos inteligente y eso es bueno, tengo que volver un poco a esa época, voy a volver a dar sin esperar nada a cambio, que luego a mí el Karma me lo devuelve. 

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