Me encanta ver mi basura limpia, sin mezclar. El papel, los
plásticos y el vidrio, la comida para Vacarisa y todo lo demás, cada cosa en su
lugar.
Disfruto cuando consigo aprovechar algo que se iba a tirar y lo
convierto en útil. Una tela, las sillas de la abuela del Indio, lanas de jerséis
horteras… lo hago por mí.
Me crearon conciencia hace más de veinte años, cuando
nacieron mis hijos mayores, en esos días estaba yo muy sensible y nada me parecía
casual, pensaba que mi abuela Dolores me acompañaba, que todo el mundo giraba
alrededor de mí para ayudarme con la tarea tan difícil de conseguir que mis
niños siguieran vivos.
Sigo reciclando y
sigo pensando lo mismo, mi abuela me ayuda, lo juro.
Por entonces a mi
barrio vino Don Reciclón, un proyecto de reciclaje pionero, pionero en España porque
en Europa ya era obligatorio reciclar. Reeducaron a toda la población, el
barrio respondió como se esperaba y todo el mundo hizo las cosas bien. Pocos meses
después el ayuntamiento lo mandó todo al carajo y nos pidió que volviéramos a
hacerlo todo mal. Pero lo siento, yo ya estaba reeducada.
No puede, como en muchas ocasiones, desobedecí. Continué separando,
a pesar de que cuando iba al contenedor los vecinos me avisaban de que ya no se
hacía eso, yo continué durante años echando mi basura como Dios manda, que
muchos ya sabéis que para mí es ella, la naturaleza.
Que bonicas las bolsas de reciclado, que no pesan nada y no
están sucias. Las tengo que llevar a tres calles, no pienses que el
ayuntamiento nos pone las cosas fáciles a los que tenemos el seso atrofiado
como yo.
Veinte años después a mis hijos les cuesta separar, no lo
tienen asumido porque por muchas actividades chorras que se organicen, no se
les convence, es solo la loca de su madre la que lo hace, no estamos preparados
para crear verdadera conciencia porque no tenemos.
Las infraestructuras de Jaén son patéticas, he subido al
norte, hay tubos que van por debajo de la tierra y que mediante aire llevan a
las bolsas, que no pesan nada, ya lo he dicho antes, hasta un contenedor gigante desde donde lo llevan a
plantas de reciclado inmensas con trabajadores y trabajadoras guapos y limpios…
bueno, quizás no necesitemos tanto, para ver esto tendrán que grabarlo en una
peli, coño, pues un corto. Se lo voy a decir a Rafa.
Cuando era pequeña e iba a por mortadela, el envoltorio era papel con una fina capa de plastiquillo y que en la actualidad lo meten en un envase de plástico que ocupa un gran espacio y es imposible que se lo coma la madre naturaleza.
Cuando era pequeña e iba a por mortadela, el envoltorio era papel con una fina capa de plastiquillo y que en la actualidad lo meten en un envase de plástico que ocupa un gran espacio y es imposible que se lo coma la madre naturaleza.
Yo si queréis, os pongo el video de Don Reciclón, que aún lo
conservo, me regalaron uno, sale el culo de mis mellis grandes, se hizo bien
hecho, fue un proyecto muy importante, deberían repetirlo ahora que al menos,
ya hay contenedores en los barrios.
Bueno, en todos menos en el mío, ahora vivo en el Casco
Antiguo.
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